La confianza de los consumidores de la zona euro remonta para alcanzar máximos en un año, al situarse en -19 en febrero desde el -20,7 de enero, la cifra más alta en un año, según muestran los datos recogidos por la Comisión Europea.
Estos resultados muestran la resistencia de las economías de la moneda única y de su capacidad para esquivar la recesión técnica este año. Así, la conjunción de un invierno suave que contenga la demanda energética y la ralentización de los tipos de interés han jugado a favor de la eurozona. Sin embargo, el índice de -19 permanece muy por debajo de su media a largo plazo (el 0).
Además, el Banco Central Europeo (BCE) permanece en guardia ante la persistencia de la inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, y avisa que proseguirá con las subidas de tipos de interés.