El juicio por el robo de las 45 botellas de vino de la bodega del restaurante Atrio sigue adelante, y las siguientes sesiones serán el lunes 27 de febrero y el miércoles 1 de marzo. Este miércoles se ha desarrollado la primera jornada en la que las partes no han llegado a un acuerdo de conformidad en la vista que ha comenzado en la Audiencia Provincial de Cáceres, presidida por el magistrado Joaquín González Casso, y en la que se han planteado las cuestiones previas tanto de la acusación particular como de la defensa.
Sylvia Córdoba, la abogada defensora de los dos acusados, Constantin Dumitru y Priscila Lara Guevara, que han sido trasladados en furgones policiales desde la cárcel cacereña para asistir a la vista oral, ha pedido que se acredite si la acusada tiene un permiso de residencia en Holanda, «cosa que no es cierta», según la abogada defensora.
También ha planteado que se informe si la acusada ha sido detenida alguna vez en Madrid, ya que hay «un error» en la instrucción del caso en el que se dice que le constan antecedentes policiales a Priscila Lara Guevara, «algo que es incierto», ha dicho la abogada defensora. Córdoba ha pedido también que se acredite si sus representados eran consumidores de cocaína, lo que podría ser un atenuante en la causa, y ha solicitado que los acusados declararan al final cuando haya escuchado a todos los testigos y peritos.
Por su parte, la fiscal que lleva la acusación, Carmen Barquilla, ha recordado que, en relación a la toxicomanía, la parte defensora ha podido aportar todas las pruebas que estime oportuno y «no lo ha hecho», por lo que en estos momentos, no se puede llevar a cabo la práctica de la prueba. «Se ha llevado a cabo un cumplimiento escrupuloso de la ley en este procedimiento», ha subrayado la fiscal, que ha defendido que se ha tenido en cuenta la proporcionalidad de los hechos por lo que pide que se rechacen las cuestiones previas planteadas por la abogada defensora.
El abogado de la aseguradora Reale, Rafael Montes, que llegó a un acuerdo con Atrio tras el robo de las botellas e indemnizó a los dueños con casi 800.000 euros, ha presentado una nueva prueba sobre el peritaje del valor de las botellas, que coincide con la cantidad indemnizada. La abogada defensora se ha opuesto a que se admita como prueba por ser «extemporánea» y «sorpresiva», pero el tribunal ha admitido la prueba pericial del precio de las botellas.
En el caso de las cuestiones planteadas por la defensa todas han sido denegadas al considerarlas «irrelevantes» para el enjuiciamiento. Respecto a la toxicomanía, González Casso, ha recordado que esa prueba no fue presentada en el escrito de defensa, por lo que ahora no ha lugar. En relación a la petición a que los acusados declaren en el último lugar, el magistrado lo ha rechazado porque la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece el orden de las declaraciones, aunque ha recordado que los acusados «siempre tienen derecho a la última palabra».
A la salida de la vista, Sylvia Córdoba ha lamentado que no se haya admitido ninguna de las cuestiones previas planteadas por la defensa y ha calificado de «lamentable» que sí se haya admitido la prueba pericial de la acusación particular sobre el valor de la botella. Además, ha señalado que una de las condiciones que las partes planteaban para la conformidad era que aparecieran las botellas «y no se puede entregar aquello de lo que no se dispone», ha dicho la abogada, que ha indicado que el juicio «ha empezado con dureza» para los acusados, que están «asustados».
«Haremos todo lo que podamos en pro de su defensa», ha aseverado la defensa que ha recordado que los acusados siguen sin declarar ni dar su versión de los hechos sobre lo que pasó en el restaurante cacereño.
Por su parte, la fiscal Carmen Barquilla ha explicado que «ha sido imposible» llevar a cabo la conformidad al no llegar a un acuerdo sobre la petición de penas. Cabe recordar que la defensa ha planteado una pena menor a dos años que evitara la prisión de los acusados, lo que no ha sido admitido por el resto de las partes.
JUICIO ORAL
Ahora, en la segunda y tercera sesión de la vista, declararán un total de 23 testigos, cuatro peritos y los dos acusados, Constantin Dumitru y Priscila Lara Guevara, presuntos autores del robo de las botellas de vino del restaurante con tres estrellas Michelin de Cáceres, en octubre de 2021.
El juicio, que ha levantado mucha expectación y que cuenta con la acreditación de una veintena de medios de comunicación, entre ellos, está el rotativo británico Daily Mail y una productora audiovisual que tiene pensado hacer un documental sobre el robo de las 45 botellas de vino, valoradas en más de 1,64 millones de euros.
Cabe recordar que el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Cáceres, que ha instruido la causa, dictó un auto el pasado 9 de enero por el que decretaba la apertura de juicio oral contra los dos acusados del robo, que continúan en prisión provisional.
La Fiscalía ha pedido una pena de cuatro años y seis meses de prisión para ambos a los que considera coautores de un delito de robo con fuerza en establecimiento público que reviste una especial gravedad por la elevada cuantía de los objetos sustraídos.
El escrito de calificación presentado ante el juzgado recoge que la pareja, puesta «de común acuerdo» y guiada por «ánimo de lucro», se alojó el 26 de octubre de 2021 en el Hotel Atrio de Cáceres con intención de poder acceder a su bodega y hacerse con vinos de elevado valor. Entre ellos figuraba una botella de Chateau d’YQuem 1806, valorada en 350.000 euros.
Tras cenar en el restaurante del hotel, la pareja realizó una visita guiada a la bodega del establecimiento, y sobre las 00,20 horas subieron a su habitación, según recoge el escrito de la Fiscalía.
En ejecución del plan urdido anteriormente, «sobre las 02,10 del día 27 de octubre, la acusada llamó a recepción, pidiendo una ensalada e interesándose por el tiempo en que tardaría en ser servida», según relata el escrito de acusación.
El empleado de recepción comunicó a la mujer que estaba solo y que tardaría unos 10 minutos en poder llevarle la ensalada. El acusado entonces aprovechó ese momento para dirigirse a la recepción y coger una llave electrónica «con la que acudió a la bodega», pero no pudo abrir al no tratarse de la «la llave adecuada».
Así, el trabajador volvió a recepción tras subirle la ensalada a la mujer, y minutos después ella volvió a llamar para pedir que le sirvieran un postre.
Entonces, puntualiza la calificación fiscal, su acompañante «de nuevo acudió a recepción donde se apoderó de la llave maestra, abriendo con ella la bodega y accediendo a la sala de catas donde se apoderó de botellas de vino valoradas en un 1.648.000 euros». Finalmente, sobre las 06,00 de la mañana la pareja abandonó el hotel llevándose consigo las botellas en varias bolsas, según se recoge en las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento hotelero.
Los acusados, un hombre de nacionalidad rumana y neerlandesa de 48 años y una mujer de nacionalidad mexicana de 29 años, fueron detenidos en julio de 2022 en la frontera de Croacia cuando intentaban entrar en el país en coche.
A los pocos días fueron trasladados a España para declarar ante la jueza que decretó el ingreso en prisión provisional sin fianza en el centro penitenciario de Cáceres, donde continúan desde entonces.