Toshiba registró unos beneficios netos atribuidos de 84.011 millones de yenes (589,9 millones de euros) en los primeros nueve meses del año fiscal 2022 (de abril hasta diciembre de 2022), lo que se traduce en una contracción del 26,9% respecto a las ganancias de 114.919 millones de yenes (806,9 millones de euros) de 2021, según ha informado la compañía japonesa de electrónica.
En cuanto a los ingresos, estos se situaron en 2,4 billones de yenes (16.851 millones de euros), y representan un retroceso del 1,6% comparado con el volumen de negocio de 2,44 billones de yenes (17.132 millones de euros) del año previo. El 51% de las ventas realizadas se efectuaron en Japón, y el 49% en el resto del mundo.
Por su parte, los costes se encarecieron un 4,9%, hasta los 2,39 billones de yenes (16.781 millones de euros) en el mismo periodo.
Sin embargo, en lo que la compañía nipona considera como el tercer trimestre del ejercicio (de octubre a diciembre), las pérdidas netas alcanzaron 16.650 millones de yenes (116,9 millones de euros), frente al saldo positivo de 55.124 millones de yenes (387 millones de euros) de un año antes.
Por su parte, los ingresos trimestrales fueron de 799.618 millones de yenes (5.614 millones de euros), lo que equivale a una caída del 5,3% comparada con la facturación de 844.698 millones de yenes (5.931 millones de euros) de 2021.
Tras la presentación de los resultados, el Consejo de Dirección de la empresa ha informado de la renuncia de Goro Yanase, director ejecutivo de Toshiba hasta ahora.
Las averiguaciones de una auditoría han concluido que Yanase no reveló las personas con las que se reunía en comidas o eventos de empresa, lo cual constituye una seria violación del protocolo de buena gobernanza de la compañía. Yanase será sustituido en el cargo por Masaki Haruyama.