Economía

Cooperativas Agro-alimentarias de España reclama el etiquetado de origen para los frutos secos

Cooperativas Agro-alimentarias de España ha reclamado a las administraciones el etiquetado de origen para los frutos secos como ocurre en otras frutas y hortalizas frescas, según ha informado en un comunicado.

En concreto, las cooperativas han señalado las dificultades que atraviesa el sector debido al incremento de las importaciones de
almendra procedente de Estado Unidos. Así, el aumento de las importaciones supone que las operaciones de comercialización de la
producción nacional estén prácticamente paralizadas.

Cooperativas Agro-alimentarias de España ha trasladado en numerosas ocasiones a las Administraciones la necesidad de establecer de forma obligatoria el origen en el etiquetado, como ocurre en otras frutas y hortalizas frescas. Además, han incidido que se obligue a que el ‘origen país’ se establezca en los productos transformados como el turrón, polvorones, mazapán o mantecados, que contengan frutos secos como
ingrediente principal.

El presidente del sector, Josep Pere Colat, ha subrayado que «un etiquetado obligatorio con el origen permitirá valorizar la almendra y otros frutos de cáscara producidos en España de cara al consumidor y también en los mercados internacionales».

«No se podrá sensibilizar a los consumidores de las bondades de la almendra nacional, sostenible, saludable y parte importante de la Dieta Mediterránea, si no se cuentan con las herramientas necesarias para distinguirla del resto de almendras procedentes de otros países y
cultivadas en otras condiciones», ha señalado.

El cultivo del almendro ocupa una superficie productiva de más de 600.000 hectáreas en España, de las cuales el 82% están cultivadas en secano con rendimientos significativamente menores a los de regadío, lo que dificulta su pervivencia en un contexto de máxima y creciente competitividad que deriva en unos escasos ingresos y baja rentabilidad.

Colat ha insistido en la relevancia de esta actividad agraria, tanto por el impacto medioambiental del cultivo, como por su impacto positivo en el desarrollo rural de las regiones productoras, tanto desde el punto
de vista social como económico.