Rusia tiene la intención de reducir unilateralmente la producción de petróleo del país en medio millón de barriles al día a partir del próximo mes de marzo, después de la introducción de un tope al precio del crudo ruso por parte de países occidentales, según ha anunciado el vice primer ministro, Alexander Novak.
El precio del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, rebotaba casi un 3% después del anuncio de Rusia y superaba por primera vez desde el pasado 1 de febrero la cota de los 86 dólares.
«Hoy, estamos vendiendo completamente todo el volumen de petróleo producido, sin embargo, como se indicó anteriormente, no venderemos petróleo a aquellos que se adhieran directa o indirectamente al ‘precio máximo’. En este sentido, Rusia reducirá voluntariamente producción en 550.000 barriles diarios. Esto contribuirá al restablecimiento de las relaciones de mercado», ha señalado Novak en un comunicado recogido por las agencias rusas.
En este sentido, Novak ha recordado que Rusia considera dicho mecanismo de topes de precios «una injerencia en las relaciones de mercado y una continuación de la política energética destructiva de los países de Occidente».
«En el futuro, puede que no solo conduzca a una disminución de la inversión en el sector petrolero y, en consecuencia, a una escasez de petróleo en el futuro, sino que también se extienda a otros sectores de la economía mundial con consecuencias similares», ha añadido.