La actividad del sector privado de la zona euro volvió a expandirse en enero por primera vez desde junio de 2022, según refleja el índice compuesto de gerentes de compra (PMI), que subió a 50,3 puntos desde los 49,3 de diciembre del año pasado, con España entre los países que mejores datos de actividad registraron en el arranque de 2023.
«La reanudación del crecimiento de la actividad total empresarial, aunque marginal, es una buena noticia y sugiere que la zona euro podría escapar de una recesión», destacó Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence.
Esta mejoría de los niveles de actividad en la zona euro en el primer mes de 2023 reflejó el impulso del sector servicios, con una subida del PMI a 50,8 puntos desde los 49,8 del mes anterior, mientras que el PMI manufacturero se mantuvo en contracción, con una lectura de 48,8 puntos, frente a los 47,8 de diciembre, aún así su mejor resultado desde agosto de 2022.
La recuperación por tercer mes consecutivo de los niveles de actividad empresarial en la eurozona fue posible gracias a una menor caída de la demanda, ya que los nuevos pedidos recibidos disminuyeron al ritmo más débil de los últimos siete meses, incluyendo una estabilización de la demanda en el sector servicios.
Asimismo, a pesar de que persisten las condiciones desafiantes en los mercados de exportación, los nuevos pedidos del extranjero disminuyeron en enero al menor ritmo desde junio de 2022.
De este modo, las empresas de la zona euro consiguieron reducir sus carteras de pedidos pendientes de completar por séptimo mes consecutivo, a pesar de lo cual los niveles de empleo aumentaron en enero, incluso con una aceleración de la tasa de creación de puestos de trabajo.
En cuanto a la inflación, en el primer mes de 2023, si bien se observó una nueva disminución de la inflación en los precios pagados, hasta su nivel más débil desde abril de 2021, se apreció un leve repunte en la inflación de los precios cobrados.
«Sigue siendo demasiado pronto para ignorar por completo los riesgos de recesión», advirtió Williamson, para quien el impacto de la subida de los tipos de interés en el crecimiento económico aún no se ha experimentado por completo.
«Queda por ver si la zona euro puede aprovechar la expansión marginal observada en enero o si podríamos ver una repetición de lo acontecido en 2012, cuando el alentador regreso al crecimiento al comienzo del año fue frágil y dio paso a una nueva desaceleración», concluyó.