LEW Brand, (Let’s Eat Well Brand), grupo empresarial constituido el pasado mes de marzo para dar soporte a las cadenas de restauración Brasayleña, La Burratina, y al proyecto de diversificación de marcas de la compañía, cerró 2022 con una facturación de 28 millones de euros, lo que supone un incremento del 30% respecto a 2021, según informa la empresa.
«Estos resultados económicos, los mayores que se han alcanzado en la compañía desde su fundación en 2008, y superando lo previsto a comienzos de ejercicio. Nos señalan la hoja de ruta a seguir en el corto y medio plazo y nos animan a continuar con esta estrategia», ha asegurado el consejero delegado y fundador del grupo, Pedro López Mena.
La enseña, tras 15 años operando en el sector con su marca
Brasayleña y con la ‘trattoria napoletana’ La Burratina, dio un giro a su estrategia el pasado ejercicio para apostar por la diversificación de marcas y la creación de nuevos conceptos y de formatos.
De esta forma, el grupo entrará este año en el concepto de la gastronomía de lujo con una inversión de 4,5 millones de euros en un espacio gastronómico de más de 1.500 metros cuadrados ubicado en el centro comercial de lujo LaFinca Grand Café, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
La enseña ha precisado que su estrategia de crecimiento está basada en la diversificación de marcas, de conceptos y de formatos. Así, durante el pasado año, LEW Brand lanzó al mercado tres marcas de cocina internacional, orientadas exclusivamente al ‘delivery’ como son Pollo Criollo, cocina venezolana; Hijos de Escobar, Tex Mex; y Gyro Grill, griega y mediterránea.
Estas marcas operan por toda la geografía nacional, aprovechando las instalaciones de los 26 restaurantes de la cadena, y se comercializan a través de los principales agregadores del mercado.
Otro de los proyectos destacados para este año que acaba de
arrancar es la apuesta por su nuevo concepto de negocio Raw Açaí, una innovadora enseña con la que el grupo pretende convertirse en la marca líder de un segmento que está irrumpiendo con fuerza en el mercado español y con el que ya ha abierto cuatro locales en el último trimestre del año, combinando céntricas ubicaciones a pie de calle con el formato kiosco en centros comerciales.
Por otro lado, ha seguido apostando por la expansión de Brasayleña, reforzando su presencia en Cataluña, donde ya cuenta con cuatro locales, además de los situados en Madrid -15-, y las provincias de A Coruña, Pontevedra, Vizcaya, Guipúzcoa, Valladolid, Murcia y Sevilla. En esta marca, que lleva 15 años siendo la única cadena de rodizio de España y primera de Europa, el grupo ha invertido ya más de 25 millones de euros.