La farmacéutica estadounidense Pfizer registró en el conjunto de 2022 unos beneficios netos atribuidos de 31.372 millones de dólares (28.891 millones de euros), un incremento del 42,7% respecto a las ganancias de 21.979 millones de dólares (20.241 millones de euros) de 2021.
En cuanto a los ingresos, estos alcanzaron 100.330 millones de dólares (92.395 millones de euros), un récord para la compañía, lo que supone un aumento del 13,7% comparados con la facturación de 81.288 millones de dólares (74.859 millones de euros) del año previo.
Sin embargo, solo en el cuarto trimestre del ejercicio, el beneficio neto alcanzó 4.995 millones de dólares (4.600 millones de euros), frente al saldo positivo de 3.393 millones de dólares (3.125 millones de euros) de un año antes, un 47,2% más interanual, según ha informado la compañía.
Por su parte, los ingresos trimestrales fueron de 24.290 millones de dólares (22.369 millones de euros), lo que supone un pequeño alza en la comparación con la facturación de 23.838 millones de dólares (21.953 millones de euros) del ejercicio previo.
El aumento de los ingresos, tanto en términos cuatrimestrales como anuales, procede del buen desempeño de la división de atención primaria. Por contra, las divisiones de cuidados especializados, oncología y la de Pfizer CentreOne redujeron sus ingresos en comparación con 2021.
Pfizer estima que facturará en 2023 por la vacuna Comirnaty 13.500 millones de dólares (12.432 millones de euros), un 64% menos. Mientras que por el antiviral Paxlovid, esta será de 8.000 millones de dólares (7.367 millones de euros), un 58% menos.
«2022 fue un año histórico para Pfizer, no solo en términos de ingresos y beneficios por acción, que fueron los más altos en nuestra larga historia, pero, sobre todo, por la cantidad de pacientes que valoran positivamente Pfizer y de nuestro trabajo», ha señalado Albert Bourla, presidente y consejero delegado de la multinacional.