Abanca obtuvo un beneficio de 217 millones de euros en 2022, lo que supone un 40,7% más, en términos recurrentes, que en el ejercicio anterior, un cuestión que la entidad achaca al «buen» comportamiento del negocio y al control del coste del crédito.
En rueda de prensa, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha destacado que se rebaja el dividendo del 40% al 25% en 2023 para «fortalecer la capacidad de afrontar operaciones de alto valor», en una postura «a contracorriente del mercado». Así lo ha expuesto tras subrayar las ocho adquisiciones realizadas por la entidad desde 2015, la última la de Targobank.
Asimismo, Abanca destaca la «alta calidad» de los resultados obtenidos, que en un 94% provienen de negocios bancarios con clientes. Esta ratio era del 89% en 2021.
Valora el comportamiento del margen de intereses (+14,2%) y el incremento en la prestación de servicios (+9,4%), con un avance en venta de seguros y la aportación de los servicios de cobros y pagos.
Además, supera los 111.000 millones de volumen de negocio, incluida la reciente adquisición de Targobank. A esto se unen 110.000 altas de clientes durante 2022, la mayoría fuera de Galicia.
Mientras, la ratio de capital total se sitúa en el 16,4%, con un colchón de 1.400 millones sobre requisitos regulatorios.
«La entidad cerró el año desde una posición de gran solidez financiera que la afianza como una de las más saneadas del sistema financiero español», remarca Abanca.
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