CCOO continuará exigiendo durante 2023 medidas compensatorias de la inflación vinculadas con los resultados económicos de las entidades y que incidan de forma directa en el poder adquisitivo de las plantillas del sector financiero, una vez conocido el IPC final y una vez se publiquen las cuentas anuales de las entidades, según ha trasladado a través de un comunicado.
La organización señala que estas medidas, ante la evolución creciente del Euríbor, «pueden y deben incluir» también negociaciones en materia de tipos de interés de préstamos a las plantillas, puesto que los tipos «inciden directamente en su renta disponible».
Para pedir estas medidas, el sindicato expone una serie de razones, como el informe que publicó ayer la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) en el que se reflejaba que, en 2021, en España hubo 221 directivos de banca que se repartieron casi 500 millones de euros en salario, con un promedio de 2,16 millones de euros, «lo que los convierte en los mejor pagados de Europa solo por detrás de Austria y Liechtenstein».
También sostiene que las entidades van a presentar sus resultados anuales en las próximas semanas con previsiones de «incrementos récord» de los beneficios en el conjunto del sector, «con cifras disparadas en algunas entidades».
Igualmente, recuerda que las reuniones con las entidades del convenio de Ahorro y su patronal CECA para abordar medidas que palíen el efecto de la inflación siguen paralizadas, después de que se reabriesen los convenios de banca y cajas rurales para incluir una subida salarial para 2023 del 4,5% como «primera fase de medidas compensatorias».
Además, la «práctica totalidad» de empresas de banca y cajas rurales han garantizado el incremento neto del 4,5% en los salarios de sus plantillas o, al menos, incrementos mínimos garantizados sin absorción de los complementos voluntarios, a excepción de Banco Santander.
CCOO señala que «son los empleados de las entidades financieras quienes hacen posible los beneficios récord, el incremento de dividendos y los aumentos de las remuneraciones de las cúpulas directivas» y, por tanto, las entidades «deben actuar con responsabilidad social y laboral para con sus plantillas».