El Hotel-Teatro Albéniz de Madrid abrirá sus puertas este jueves con el musical «Company» de Antonio Banderas, tras una rehabilitación integral de más de 21 millones de euros realizada por la constructora Espirea, contratada por la socimi Silicius Real State, propietaria del inmueble.
El establecimiento, situado en pleno centro de Madrid, será operado por UMusic Hotels, una nueva marca hotelera internacional que combina «la mejor experiencia de alojamiento y entretenimiento inspirada en la música», creada conjuntamente por Universal Music Group y Dakia Entertainment Hospitality Group.
El nuevo hotel cuenta con 130 habitaciones y ha sido objeto de una amplia renovación para transformarlo en un establecimiento de cinco estrellas con un diseño de lujo, con dos elegantes vestíbulos, un bar restaurante, una piscina exterior, un rooftop con vistas al ‘skyline’ madrileño, salas de reuniones y acceso directo al teatro Albéniz.
Según Spirea, el objetivo principal de la rehabilitación de ambos inmuebles ha sido conservar las raíces de la propiedad de mediados del siglo XX, respetando todos los espacios protegidos.
En este aspecto, se ha recuperado la fachada original al mostrar las esculturas de Ángel Ferrant, que representan a diferentes personajes de todas las regiones de España, mostrando así la cultura y los valores artísticos de España.
Las obras realizadas por Spirea han consistido en la restitución de parte de edificio, a sus condiciones o estado original, el mantenimiento del edificio en correctas condiciones de salubridad, habitabilidad, confortabilidad y ornato, afianzamiento, refuerzo o sustitución de elementos dañados, entre otras cosas.
También se han llevado a acabo actuaciones de forma puntual o limitada, a las fachadas y cubiertas de los edificios, modificando su configuración exterior sin afectar a la volumetría.
UN TEATRO DE MÁS DE 50 AÑOS
El Hotel-Teatro Albéniz se inauguró en 1945 tras ser concebido como un complejo que unificaba una sala de teatro, una sala de fiestas y un hotel, además de las oficinas y viviendas necesarias para el funcionamiento del mismo. Tras más de 60 años en funcionamiento, en 2009 cerró sus puertas.
En 2016, la construcción realizada por el arquitecto Manuel Ambrós Escanellas fue declarada Bien de Interés Patrimonial por sus valores arquitectónicos y artísticos y por su significado para la cultura española y madrileña, así como por la actividad desarrollada a lo largo de su historia.
Tres años más tarde, Silicius se hizo con la propiedad y lo incorporó a su cartera, iniciando así un proyecto de rehabilitación para devolverlo al mercado.