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Economía

El presidente del Banco Central de Brasil cree que la lucha contra la inflación aún no ha terminado

El presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, ha señalado que todavía «es pronto» para celebrar la progresiva caída de la inflación en el país, por lo que se debe «persistir» en el combate contra la inflación.

Durante la segunda jornada del ‘LIDE Brazil Conference’ en Nueva York, Campos ha destacado que la entidad que preside fue rápida a la hora de apreciar «el carácter persistente» de la inflación y uno de los primeros bancos centrales en subir los tipos de interés.

En consecuencia a esta política monetaria restrictiva, el presidente se ha mostrado prudente, manifestando que espera que el crecimiento económico en Brasil será menor en 2023, al igual que en todo el mundo, «Parte de las acciones tomadas van a tener su efecto en 2023», ha explicado.

No obstante, ha resaltado que la recesión económica tras la pandemia fue «moderada» y, en esta ocasión, los incentivos económicos de los Gobiernos están ayudando a frenar una de las inflaciones más «altas y persistentes».

Asimismo, Campos ha puesto el foco en la volatilidad creciente de la inflación, ya que los problemas demográficos y de productividad hacen que la oferta sea incapaz de adaptarse a los ritmos de la demanda. «Tenemos un desafío enorme y el mundo necesita reformas en esta materia», ha sentenciado.

PRODUCTIVIDAD Y ESTABILIDAD FISCAL

En su discurso en Nueva York, el dirigente del Banco Central de Brasil ha aprovechado para referirse a la «estabilidad fiscal», un asunto que ha despertado polémicas en el país ante la reciente elección de Lula da Silva como presidente.

En concreto, Campos ha afirmado que es necesario mostrar a los inversores que el país tiene un plan coherente a nivel fiscal y muestra continuidad en sus reformas. «Hay que demostrarselo a quienes invierten», ha expresado.

Además, ha sido crítico con una hipotética subida de impuestos en capital, ya que contribuye a una caída de la productividad, lo que ha despertado los aplausos entre el público. La semana pasada, los mercados reaccionaron negativamente a unos comentarios de Lula sobre el déficit fiscal.