El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado el papel relevante de la gastronomía y la hostelería españolas, tanto desde el punto de vista económico, como del cultural y social.
«La gastronomía y la alimentación es uno de nuestros grandes activos», ha enfatizado el ministro, para promocionar los alimentos de España en el exterior.
Planas ha realizado estas declaraciones durante la entrega de premios de la Real Academia de la Gastronomía (RAG), que ha premiado en esta edición al chef Jesús Sánchez, que cuenta con tres estrellas Michelin en el Cenador de Amós, como mejor jefe de cocina del año, así como a Abraham García, chef de Viridiana, premio a toda una vida, o Manuela Marín, que se ha hecho con el galardón a la investigación e innovación gastronómica.
También han resultado premiados en esta cita Cristina Díaz, Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Sumiller; Cristina Prados, Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Directora de Sala; María Maceiras Premio Nacional de Gastronomía Talento Joven Alimentos de España y el periodista Javier Pérez Andrés recoge el Premio Nacional de Gastronomía a la comunicación.
Para Planas, la gastronomía española se ha convertido en una de las mejores fortalezas en la creación de una imagen de marca y de reconocimiento internacional. La profesionalidad de los chefs, la calidad y variedad de los alimentos españoles y la puntera industria alimentaria constituyen una simbiosis que identifican a España como una potencia gastronómica de primer nivel internacional.
El titular de Agricultura ha reconocido la labor de la Real Academia de Gastronomía por difundir y proteger el arte culinario, promocionar la cultura gastronómica española y apoyar al sector de la restauración ante los retos que se le presentan.
Planas ha reiterado el apoyo decidido del Ministerio al sector de la gastronomía en su tarea de estimular unos hábitos de consumo más responsables y sostenibles. Un apoyo que se manifiesta principalmente a través de la estrategia Alimentos de España, que en 2020 inició una nueva campaña bajo el lema ‘Alimentos de España. El país más rico del mundo’, con el objetivo de reconectar al consumidor con toda la riqueza alimentaria española.
El ministro ha puesto el foco en el «alto nivel gastronómico» que hay en España, por el que «se come bien en bares, tascas, chiringuitos, casas de comida, restaurantes o en salones gourmet», gracias a una gran variedad de alimentos, en calidad y en cantidad, a precios aceptables, fruto del trabajo de toda la cadena alimentaria y hostelera.
Planas ha destacado el importante papel que tiene la gastronomía para alimentar bien al mundo y hacerlo de forma sostenible. Así lo demostraron los cocineros durante la pandemia, cuando evidenciaron una gran capacidad de innovación y creatividad a la hora de generar nuevas fórmulas y modelos económicos en la producción, logística y en el consumo de alimentos.