Para los amantes del arte y de la gastronomía, el renovado The Palace Hotel, Madrid ofrece un plan único y de lujo tras aliarse con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza para ofrecer una experiencia única con la que busca redefinir el turismo de lujo en la capital española dentro del Paisaje de la Luz, Patrimonio Mundial de la Unesco.
Así, cada tercer sábado del mes, a partir del próximo 24 de mayo, un reducido grupo de 12 personas podrá disfrutar del museo en total intimidad, antes de su apertura al público, de 9.00 a 10.00 horas, descubriendo las joyas que se esconden en la pinacoteca madrileña mientras van entrando las primeras luces de la mañana.
Una experiencia única que el renovado hotel ofrece a sus clientes como parte de un paquete especial de alojamiento, que incluye una noche en The Palace Hotel, Madrid, el desayuno en su restaurante La Cúpula, que busca redefinir la experiencia gastronómica en la ciudad, y el acceso a la visita privada al museo que se encuentra a escasos metros del hotel.
Con un concepto de hospitalidad basado en los estándares de The Luxury Collection, The Palace Hotel, Madrid rinde homenaje al legado y la tradición de la capital española. A través de experiencias seleccionadas en los lugares más emblemáticos de la capital, como el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, el hotel busca convertir cada estancia en una vivencia inmersiva e inolvidable para sus clientes, convirtiéndose en el mejor embajador de la ciudad.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, uno de los grandes referentes del arte en Europa, alberga una de las colecciones pictóricas más importantes del mundo. Con obras maestras que recorren más de siete siglos de historia del arte -desde el Trecento italiano hasta el arte pop del siglo XX-, ofrece una mirada única y transversal al devenir de la pintura occidental.
Esta colaboración con The Palace Hotel, Madrid permite disfrutar durante una hora de sus salas en una atmósfera íntima y privilegiada, descubriendo los secretos del museo en una visita guiada fuera del horario habitual, donde pararse a descubrir lo que se esconde tras el Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni de Domenico Ghirlandaio, el saber cómo llegó a la colección el retrato del joven Enrique VIII de Hans Holbein, deleitarse ante las pinceladas de Degas en su Bailarina basculando o las de Vincent van Gogh en Les Vessenots en Auvers, uno de los últimos cuadros del genio holandés antes de fallecer.
Una visita que permite pasear sin el bullicio habitual que se viven en sus salas entre cuadros icónicos que permiten al visitante ‘viajar’ a Venecia en la sala donde se encuentran los Canaletto, pararse ante el Arlequín con espejo de Pablo Picasso o el Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar de Salvador Dalí. Así, como acercarse a obras recientes del siglo XX como la Habitación de hotel de Edward Hopper, la Mujer en el baño de Roy Lichtenstein o los retratos de Francis Bacon.
Tras una experiencia única frente a frente de obras icónicas de la pintura mundial, el hotel, que ha vivido una meticulosa restauración que no solo eleva su diseño, confort y servicio, sino que revitaliza su espíritu y reafirma su lugar como referente internacional del lujo, ofrece coronar todo con un desayuno buffet, en el que degustar de una amplia selección de propuestas dulces, saladas y cocina en directo, bajo su icónica cúpula de cristal, totalmente restaurada vidrio a vidrio y de su lámpara Art Decó con forma de palmera.
Una experiencia única donde se combina arte, gastronomía y lujo, que parte de la opción de un noche en habitación doble con desayuno incluido y visita guiada al Museo Thyssen Bornemisza, aunque el hotel también cuenta con otra opción que ‘marida’ arte, música y alta cocina, con un recorrido temático por las obras de la colección ‘Gastronomía’ del Thyssen, seguido de su afamado ‘brunch’ en el hotel con actuaciones en vivo bajo su emblemática cúpula.