
MADRID, 14 (EUROPA PRESS
ProColombia ha diseñado la Guía de turismo religioso, espiritual y místico en Colombia que incluye seis Rutas de la Fe para que los viajeros exploren las regiones de Colombia y descubran la riqueza cultural y religiosa de sus departamentos.
Entre ellas se incluye la de Jericó, cuna de la primera y hasta ahora única santa colombiana, conocida por trabajar con comunidades indígenas alejadas.
«Reconocemos el potencial de los territorios y sus prácticas culturales y religiosas como una oportunidad para impulsar el desarrollo económico y social de las comunidades locales. Esta temporada no solo nos permite compartir nuestras tradiciones con el mundo, sino que también brinda la oportunidad de fortalecer la identidad cultural y preservar las raíces históricas de Colombia, El País de la Belleza», afirmó Carmen Caballero, presidenta de ProColombia, entidad del Gobierno colombiano que promueve la inversión, las exportaciones, el turismo y la marca país.
Entre los destinos destacados en la guía podemos encontrar los Andes Occidentales y Orientales que ofrecen rutas a través de pueblos pintorescos o valles cubiertos de flores.
Uno de esos destinos es Jericó, un municipio ubicado en Antioquia y el lugar de nacimiento en 1874 de la, por el momento, única santa colombiana: la madre Laura. Fue una educadora y misionera católica que fundó la Congregación de las misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena.
Además de su hogar ancestral, los visitantes pueden explorar el Museo de Arte Religioso, la majestuosa Catedral de la Virgen de las Mercedes y el santuario dedicado a Santa Laura Montoya, ubicado en el impresionante templo neogótico del Inmaculado Corazón de María.
Otros destinos imperdibles para esta Semana Santa son la Catedral de Sal, en Zipaquirá, un símbolo nacional que conmemora el Viacrucis de Cristo; el magnífico Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas en Ipiales, en Nariño, uno de los lugares de peregrinación más concurridos de América; y las procesiones de Semana Santa en Popayán, Cauca, declaradas en 2009 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
En el Gran Caribe Colombiano destaca la celebración de la Semana Santa en Mompox. Cada año, los residentes de esta ciudad embellecen con joyas las figuras de los santos que desfilan en largas procesiones por las calles.
Esta región, junto con la Amazonía y Orinoquia colombiana, se caracterizan por la profunda espiritualidad y misticismo de las comunidades indígenas que la habitan.
Los turistas tienen la oportunidad de sumergirse en experiencias centradas en el bienestar. Se ofrecen actividades ancestrales, como hidroterapias, ceremonias de bienvenida y armonización, purificación espiritual, musicoterapia, visitas a chagras y exploración de malocas indígenas de los Tucanos.
Esta familia indígena cuenta con más de veinte grupos étnicos que ocupan los espacios comprendidos entre los llanos del Orinoco y la selva del Amazonas.
En el Pacífico Colombiano resalta la Basílica del Señor de los Milagros en Buga, un punto emblemático del turismo religioso en Colombia que ahora también forma parte de la Red Mundial de Turismo Religioso. Cada año recibe a millones de peregrinos de todo el mundo para pedir o agradecer el favor del Señor de los Milagros.
Además, las comunidades del Pacífico celebran ritos funerarios que transforman los sonidos en espacios de consuelo. Celebraciones como Los Alabaos y El Gualí o Chigualo han sido reconocidas como Patrimonio Cultural de la Nación desde 2015.
Los Alabaos son cantos fúnebres religiosos para adultos, marcados por la alabanza y el consuelo, mientras que el Gualí es un ritual alegre para niños fallecidos, celebrando su pureza y ascenso al cielo con cantos, bailes y juegos. Ambos representan formas ancestrales de resistencia cultural, transmisión oral y cohesión comunitaria, fundamentales para la identidad y el patrimonio inmaterial de las comunidades colombianas.