MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Puerto Rico, conocido como la ‘Isla del Encanto’, invita a los viajeros a descubrir un ritmo diferente, más pausado, a través de la tendencia en auge del ‘slow travel’. En 2024, esta forma de viajar, que prioriza la conexión profunda con el entorno, la cultura y la gente local, se ha consolidado como la opción perfecta para quienes buscan alejarse del turismo masificado y disfrutar de experiencias auténticas y relajantes.
A diferencia del turismo convencional, que a menudo implica moverse de un lugar a otro con rapidez, el ‘slow travel’ invita a los viajeros a tomarse su tiempo, a disfrutar de los pequeños detalles y a sumergirse en la cultura local.
Puerto Rico, con su rica biodiversidad, paisajes variados y una cultura vibrante, es el destino ideal para esta modalidad de viaje. Desde las Montañas Centrales hasta las playas escondidas en la costa oeste, la isla ofrece un sinfín de oportunidades para explorar, relajarse y reconectar con la naturaleza y las tradiciones locales.
EXPLORANDO PUERTO RICO EN COCHE.
Para los que desean conocer los rincones más ocultos de la isla, alquilar un coche es una excelente opción. Esta libertad permite a los viajeros perderse por las carreteras secundarias y descubrir tesoros naturales, lejos de los circuitos más turísticos.
Las Montañas Centrales, por ejemplo, son un lugar ideal para experimentar el movimiento ‘de la granja a la mesa’, una iniciativa que promueve la sostenibilidad y la alimentación saludable, y que conecta a los visitantes con la tierra y los productores locales.
Una parada obligatoria en esta región es El Pretexto, una granja-lodge culinaria situada en Cayey. Aquí, los viajeros pueden degustar platos elaborados con productos frescos y cultivados localmente, en un entorno que fomenta la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza.
Además de disfrutar de la gastronomía, en las Montañas Centrales es posible realizar actividades como senderismo, kayak y espeleología en el impresionante Cañón de Tanamá, una joya natural que ofrece aventura y paisajes sobrecogedores.
LA RUTA ‘DE LA GRANJA A LA MESA’.
Otro lugar emblemático para experimentar el concepto ‘de la granja a la mesa’ es Frutos del Guacabo, una granja ubicada a solo media hora de San Juan. Inaugurada en 2010, esta finca ofrece una experiencia inmersiva donde los visitantes pueden conocer de cerca el proceso de cultivo de frutas, verduras, especias y otros productos autóctonos.
Con opciones de recorridos guiados que incluyen degustaciones de flores comestibles y alimentos orgánicos, Frutos del Guacabo brinda una conexión directa con la cultura agrícola puertorriqueña, además de ser un ejemplo de sostenibilidad y apoyo a la comunidad local a través de su cooperativa de agricultores.
Los viajeros que prefieren explorar la costa, pueden dirigirse hacia el oeste, una región famosa por sus espectaculares playas y ser la capital del surf en el Caribe. Rincón, un pueblo costero conocido por sus puestas de sol de ensueño, es el lugar ideal para relajarse con el ambiente tranquilo que lo caracteriza.
Playas como Playa María y Domos atraen a surfistas de todo el mundo, pero también son perfectas para quienes buscan una experiencia más relajada y en armonía con el mar.
Un destino imperdible en esta zona es el Bosque de Guajataca, en Isabela, donde se pueden recorrer senderos hasta llegar a la Cueva del Viento, una impresionante gruta que desemboca en una playa escondida, perfecta para quienes desean descubrir la naturaleza más virgen de la isla.
En la costa este, el Bosque Nacional de El Yunque es otro destino ideal para los amantes del ‘slow travel’. Este bosque lluvioso, único en el sistema forestal de los Estados Unidos, ofrece una gran variedad de rutas de senderismo, desde paseos tranquilos entre la niebla hasta recorridos más desafiantes que llevan a cascadas impresionantes. El Yunque no solo ofrece contacto con la naturaleza, sino también una experiencia espiritual, donde los viajeros pueden desconectarse del bullicio urbano y encontrar un refugio en la paz de sus frondosos bosques.
UN RETIRO HOLÍSTICO EN LA ISLA DE VIEQUES.
Para un retiro verdaderamente relajante, los viajeros pueden cruzar a la cercana isla de Vieques y hospedarse en Finca Victoria, una casa rural ubicada en uno de los puntos más altos de la isla. Este lugar es el epítome de la tranquilidad, rodeado de exuberante vegetación y con vistas espectaculares del entorno.
Este otoño, Finca Victoria ofrecerá un retiro especial con sesiones de yoga, cocina cetogénica ayurvédica y tratamientos de bienestar como la terapia acuática Janzu, todo en un entorno de comunidad y reconexión.
Incluso en la bulliciosa capital, San Juan, es posible disfrutar de una experiencia ‘slow’. El Hotel Condado Vanderbilt ofrece un equilibrio entre lujo y tranquilidad, con un spa de clase mundial y vistas impresionantes al océano.
Ya sea a través de un masaje relajante o simplemente disfrutando de una de las piscinas al aire libre, este hotel brinda un oasis de paz en medio de la ciudad.
El ‘slow travel’ en Puerto Rico permite a los viajeros no solo disfrutar de las maravillas naturales y culturales de la isla, sino también conectar con su gente y su esencia. Desde los productos frescos cultivados localmente hasta la calidez de su hospitalidad, Puerto Rico ofrece la oportunidad de ralentizar el paso, disfrutar del momento y vivir una experiencia única, en armonía con la naturaleza y las tradiciones locales.
En un mundo que parece girar cada vez más rápido, Puerto Rico invita a los viajeros a detenerse y redescubrir el placer de ‘viajar lentamente’.