Según ha informado Aena, el aeropuerto de Palma vuelve a operar este miércoles con normalidad, tras la tormenta que ayer que provocó inundaciones y paralizó la operativa durante cerca de dos horas. De los más de 900 vuelos programados este martes se vieron afectados un centenar, entre desvíos y cancelaciones.
La tormenta dejó hasta 45 litros por metro cuadrado en una hora, con picos de hasta 90 litros por metro cuadrado. El aeropuerto se vio obligado a paralizar sus operaciones antes de las 16 horas, para reactivarlas a partir de las 17:30, aunque con retrasos generalizados.
Una situación bastante anómala la de estas precipitaciones torrenciales tan localizadas, que no ha tenido su reflejo en otros puntos de la isla balear. Así en zonas próximas al aeropuerto como el aeródromo de Son Bonet, la Universitat de les Illes Balears o Portopí no han pasado de los 5 litros por metro cuadrado acumulado.