Turismo

El País del Quijote plantea un recorrido por el corazón de La Mancha

En el corazón de la llanura manchega, en un horizonte infinito de molinos, campos, torres y viñedos, Alcázar de San Juan, El Toboso y Argamasilla de Alba nos regalan un destino de ensueño para desconectar: País del Quijote, una Ruta de Ensueño.

Un viaje de vuelta a la esencia manchega aderezado de paisajes únicos, excelente gastronomía, buenas historias y mucho encanto. Una tierra que aún conserva la autenticidad de sus pueblos en un horizonte infinito salpicado de molinos y torres.

La Feria de los Sabores de la Tierra del Quijote tendrá lugar del 25 al 28 de abril en Alcázar de San Juan. El Toboso celebrará sus Jornadas Cervantinas del 20 de abril al 1 de mayo. Argamasilla de Alba vivirá su Quijote en la calle a finales de mayo y, en agosto, escenificará sus Jornadas de Teatro Cueva de Cervantes.

El País del Quijote, es una ruta entre molinos, campos, casas hidalgas, calles y plazas novelescas, donde aún pervive la tranquilidad y se escuchan los pájaros y el silencio. Es un viaje a la esencia manchega que inspiró a Miguel de Cervantes para volver a las raíces y a los sabores de antaño.

Tres son los municipios que engloban este particular viaje: Alcázar de San Juan, El Toboso y Argamasilla de Alba. El viajero podrá arrancar por donde más guste esta fantasía de viaje.

Alcázar de San Juan: así vivían los hidalgos

En Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, descubrirá cómo vivían aquéllos que constituían el primer escalón en la escalera de la nobleza e inspiraron a Cervantes para crear el perfil de Don Quijote: los hidalgos, ‘los hijos de algo’.

El Museo del Hidalgo es un buen punto de partida: ubicado en una antigua casa solariega del siglo XVI, es necesario recorrerla de arriba a abajo, desde el zaguán hasta el torreón, recientemente restaurado. Y, allí, disfrutar de las vistas hacia los gigantescos molinos.

Cuatro imponentes molinos se alzan en la actualidad sobre el ‘Cerro de San Antón’ de Alcázar de San Juan, que se pueden visitar de manera gratuita, así como asistir a algunas de las moliendas. Se recomienda especialmente realizar la visita al atardecer.

En el Complejo Lagunar cultura y naturaleza se mezclan en un paisaje único. Y es que, en tiempos de Cervantes, de estas lagunas se obtenían fibras naturales para hacer cestos y otros objetos. También se extraía sal, necesaria para la elaboración de pólvora, ya que aquí estuvo instalada la Real Fábrica de Pólvora. Hoy constituye un paraje natural de gran valor ecológico por su flora y su fauna (flamencos y grullas, entre otras aves) y forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda.

Nadie debería irse de Alcázar de San Juan sin pasar por el Conjunto Palacial del Gran Prior, con su Iglesia de Santa María, en la que se guarda la partida de bautismo de Miguel de Cervantes.

Como también pasa en El Quijote, los sabores están muy presentes en Alcázar de San Juan. Del 25 al 28 de este mes se celebrará la Feria de los Sabores de la Tierra del Quijote, que eleva a la mesa los productos más tradicionales y esenciales de la zona para poner en bandeja su excepcional calidad.

Vino, queso, miel, aceite, pistachos, azafrán, dulces artesanos y otros ingredientes básicos que humean desde las páginas de Cervantes y que se siguen produciendo artesanalmente en esta tierra son los protagonistas de esta Feria que ya cumple en Alcázar su XVI edición. Una cita imprescindible para los amantes del producto local, la sostenibilidad y el sabor verdadero de los frutos de la tierra.

El Toboso: la patria de Dulcinea

El Toboso es el único de los municipios de País del Quijote que se ubica en la provincia de Toledo. Paseando por las encantadoras calles de la villa de El Toboso se llega a la Casa Museo de Dulcinea, el amor del famoso hidalgo, cuyas entradas son gratuitas hasta finales de 2024.

Se trata de un lugar único, donde la imaginación vuela para refugiarse en cada rincón de este mágico escenario: la cocina donde faenaría Dulcinea, la ventana donde se asomaría el dormitorio La realidad va mucho más allá, porque este icónico lugar, recientemente remodelado, abre las puertas a la que sería la vida cotidiana del siglo XVI en una casa manchega de un hidalgo en la época cervantina.

A pesar del tiempo transcurrido, el edificio mantiene su estructura original y las dependencias características del que sería el hogar de los hidalgos ricos de aquel tiempo, su molino, bodega, patios, corrales, pozos.

El Museo Cervantino de la villa de El Toboso se ubica en una antigua iglesia del siglo XVII, que pertenecía a la orden religiosa denominada la Tercera Orden. De ella se conserva su arco del siglo XVII y un sillar de piedra, fechado en 1611. Su portada histórica da acceso al Museo Cervantino (y a la Oficina de Turismo de El Toboso).

Y en su interior, de nuevo la sorpresa: una gran colección de ejemplares del Quijote en más de 80 idiomas y firmados en su mayoría por grandes personalidades, como Nelson Mandela y Ronald Reagan.

Junto al Museo está la iglesia de San Antonio Abad, conocida como la Catedral de La Mancha, descrita por Cervantes en El Quijote. Y otro sobrenombre para el recuerdo: el convento y el museo de las Trinitarias, El Pequeño Escorial de La Mancha.

Una oportunidad única para disfrutar de El Toboso en pleno auge cervantino es hacerlo del 20 de abril al 1 de mayo, cuando tendrán lugar una nueva edición de las Jornadas Cervantinas de El Toboso. Teatro de calle, conciertos y todo un pueblo volcado en las distintas actividades que tendrán lugar ese fin de semana bien merecen una visita.

Argamasilla de Alba: el famoso ‘lugar de La Mancha’

Viajando rumbo al sur y adentrándonos de nuevo en Ciudad Real, se llega a Argamasilla de Alba. El famoso «lugar de la Mancha» de cuyo nombre no quería acordarse Miguel de Cervantes es este lugar único, que conserva aún hoy ubicaciones imprescindibles de la vida del escritor y del discurrir de su gran obra.

Como la Cueva de Medrano, aquella en la que Miguel de Cervantes estuvo preso y entre cuyas paredes gestó la figura de Don Quijote.

Según los primeros comentaristas del libro y los biógrafos del autor, en esa cueva escribió Cervantes los primeros capítulos del libro.

También en Argamasilla de Alba se puede visitar la Botica de los Académicos, el lugar donde celebraban sus reuniones la entidad imaginada por el escritor en su libro.

La localidad celebra además numerosos eventos relacionados con el genio de la literatura universal como ‘Quijote en la calle’, Una singular representación teatral que homenajea la obra de Miguel de Cervantes, a través de interpretaciones de pasajes y capítulos de El Quijote en los que se vuelca con mimo toda la villa. Tiene lugar a finales de mayo / principios de junio. En agosto, el universo cervantino vuelve a tomar la localidad gracias a las jornadas de teatro Cueva de Cervantes.

A 12 kilómetros se encuentra el Castillo de Peñarroya, ubicado en la entrada al Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Otro lugar para conectar con la esencia de País del Quijote. Ese destino que, en pleno siglo XXI y gracias a su esfuerzo en materia de sostenibilidad, sigue siendo pura autenticidad.

Y para finalizar y para los amantes de la bicicleta: siete etapas y 200 kilómetros. Una ruta cicloturista que recorre los más famosos escenarios del Quijote atravesando vías pecuarias, veredas y caminos históricos en busca del patrimonio cultural, gastronómico, histórico y paisajístico del corazón de La Mancha, el mismo que inspiró a Cervantes.