La compañía de aviación privada Welojets, refuerza su posicionamiento en Europa ofreciendo experiencias de viajes exclusivas. Con sede en Madrid y oficinas en Buenos Aires, Miami y Boston, la compañía se ha posicionado como una de las compañías de aviación privada con mayor proyección de futuro, aumentando un 34% en 2023 y con una previsión de crecimiento del 42% para el 2024.
La compañía especializada en movilidad aérea y aviación ejecutiva, presentó la semana pasada el nuevo Gulfstream G550 a su flota. La aeronave, que estará basada en Madrid, tiene capacidad para 14 pasajeros y un alcance que permite vuelos sin escalas a ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Buenos Aires y Pekín.
La empresa Welojets refuerza de este modo su posicionamiento en España para dar servicio al mercado que existe en nuestro país para realizar vuelos privados y ejecutivos, ofreciendo sostenibilidad y compromiso con el medio ambiente.
El CEO de la compañía, Alfredo Lisdero, manifestó su apuesta por la aviación eléctrica como futuro de este sector, lo que implica, igualmente, una reducción de la contaminación acústica y un compromiso con el medio ambiente.
Gracias a su asociación con Electra, la compañía se compromete a la descarbonización de la aviación en un futuro próximo, pudiendo ofrecer vuelos menos contaminantes.
Para esta empresa «mantener la calidad y la excelencia» es su prioridad, así como garantizar siempre los máximos niveles en seguridad en todos sus vuelos, desde jets privados, aviones de pasajeros, de carga, helicópteros, hasta aviones médicos totalmente equipados.
Actualmente, la actividad del sector de la aviación ejecutiva en España ha superado el 25% del volumen de los vuelos pre-pandemia, correspondiendo a más de 35.000 vuelos internacionales anuales. De esta forma, el mercado español se convierte en uno de los epicentros de la aviación privada y la base de la expansión global de la compañía.
Los principales destinos españoles son los aeropuertos de Ibiza, Mallorca, Málaga, Madrid y Barcelona. Sólo las Islas Baleares representan aproximadamente el 20% del tráfico europeo, lo que implica una fuerte inversión del pasajero internacional de más de 450 millones de euros destinados a volar hacia España.