Turismo

Apartur ve «caza de brujas» en las medidas anunciadas por el alcalde de Barcelona contra los pisos turísticos

La Associació d’Apartaments Turístics de Barcelona (Apartur) ha asegurado este miércoles que el sector es víctima de «una caza de brujas» después de que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, haya expresado en TV3 su intención de rebajar el número de pisos turísticos y de reducirlos «a cero» en el distrito de Ciutat Vella.

La patronal considera «irresponsables sus palabras y un llamamiento a la proliferación de pisos turísticos ilegales» en la ciudad, informa en un comunicado.

«Eliminar todas las viviendas de uso turístico en Ciutat Vella sólo fomentará la ilegalidad» explica el presidente de Apartur, Enrique Alcántara, quien ha avisado del impacto económico de esta medida para la ciudad, que dejaría de ingresar 347 millones de euros anuales, en sus palabras.

La patronal recuerda que en Ciutat Vella no se dan licencias desde 2010 y que desde entonces sólo hay 616 licencias legales en el distrito, mientras que en el resto de la ciudad, las licencias están congeladas desde el 2014, un período «en el que los alquileres han continuado subiendo a Barcelona».

Las viviendas de uso turístico en Barcelona, según indica Apartur, representan un 0,77% sobre el total del parque de viviendas de la ciudad.

Apartur ve «una caza de brujas» contra el sector ya que los datos demuestran que el problema de la vivienda en Barcelona en ningún caso es culpa de los pisos turísticos, textualmente.

Recuerda que lleva meses alertando de los «peligros» que supondrá el nuevo decreto ley para regular los alojamientos turísticos, aprobado el pasado mes de diciembre, pues consideran que la oferta hotelera de la ciudad es insuficiente para acoger ferias y eventos de gran formato.

Además, afirman que «sin las viviendas turísticas, que representan el 40% del alojamiento en la ciudad, se perderá una parte importante del turismo familiar», el principal cliente de este tipo de alojamiento».

«FOBIA DEL ALCALDE»

«No entendemos la fobia del alcalde al turismo familiar, un tipo de turismo que no genera conflictos, y que por sus dinámicas y configuración no puede pagarse un hotel. Con esta medida de licencias cero ninguna familia de turistas podrá alojarse en Ciutat Vella», ha dicho el presidente de Apartur.

La entidad pide al primer edil que deje de enviar «mensajes electoralistas a la ciudadanía» y que hable con el sector al que, aseguran, no ha querido recibir desde su investidura en junio.

«Somos los primeros en querer una regulación pero con medidas realistas que no pongan en peligro la viabilidad del sector», formado por un centenar de pequeños propietarios y que emplea a unos 5.000 trabajadores de forma directa y otros tantos de forma indirecta, explica Alcántara.