El año 2025 marca la evolución de la tecnología financiera desde una década de cambios constantes hasta una era de transformación duradera. Los líderes del sector ya no están experimentando, sino que están incorporando la innovación en el núcleo de sus modelos operativos. Lo que antes era una carrera por reinventar las finanzas se ha convertido en una búsqueda disciplinada de escalabilidad, resiliencia y creación de valor cuantificable.
Cuatro poderosas fuerzas definen ahora la frontera competitiva: la inteligencia artificial (IA), los activos digitales y la tokenización, las finanzas integradas y la innovación en el análisis de datos. Cada una de ellas está remodelando la forma en que se crean, prestan y monetizan los servicios financieros. En conjunto, requieren un nuevo nivel de integración estratégica en el que la tecnología, la gobernanza y la experiencia del cliente se alineen para crear una ventaja sostenible tanto para los operadores tradicionales como para los nuevos actores.
La IA, de la fase piloto a la producción
Los bancos y las empresas de tecnología financiera están profesionalizando rápidamente sus capacidades de IA, lo que supone un cambio decisivo de la experimentación a la ejecución a gran escala. Según el informe Evident Insights 2025, el número de empleados dedicados a la IA en los principales bancos creció más de un 25% en 2025, a medida que las instituciones ampliaron las aplicaciones más allá de los proyectos piloto, abarcando la suscripción de créditos, la detección de fraudes, la personalización de clientes y la automatización operativa. Este rápido aumento de talento está acelerando los ciclos de desarrollo de productos y, al mismo tiempo, elevando el listón de la gobernanza de los modelos, la explicabilidad y la calidad de los datos en todo el sector.
Los activos digitales y la tokenización muestran una emisión real y un volumen real
La tokenización ha pasado de ser un experimento minoritario a convertirse en una capa fundamental de la infraestructura del mercado financiero. Según el informe Real-World Asset Tokenization Market Investax 2025, los mercados de tokens RWA superaron los 30.000 millones de dólares en 2025, impulsados por emisores institucionales que buscaban una mayor liquidez, propiedad fraccionada y valores programables.
Más allá de la especulación con criptomonedas, este cambio está creando nuevas clases de activos para los gestores de activos y las tesorerías corporativas, al tiempo que obliga al sector a replantearse los marcos de custodia, liquidación y auditoría. En respuesta, los ejecutivos están acelerando los esfuerzos para crear productos preparados para tokens y forjar asociaciones con proveedores de infraestructura de activos digitales de confianza.
La distribución de finanzas integradas se convierte en el producto
La integración de la banca, los préstamos y los pagos en plataformas no financieras ya no es una tendencia emergente, sino una estrategia de crecimiento fundamental. En todo Estados Unidos, las finanzas integradas siguen acelerándose a medida que las plataformas monetizan las interacciones con los clientes a través de préstamos como servicio, tarjetas de marca blanca y carteras integradas en aplicaciones. Los responsables de producto dan cada vez más prioridad a las API (interfaces de programación de aplicaciones) componibles, los controles de riesgo ubicados en la interfaz de usuario del socio y los modelos de precios alineados con la economía de la plataforma para seguir siendo competitivos en este ecosistema en expansión.
Al mismo tiempo, el panorama de los pagos se está fragmentando en una red multicanal. Los pagos en tiempo real, los sistemas de liquidación transfronteriza, las tarjetas tokenizadas e incluso las monedas digitales de los bancos centrales están redefiniendo la forma en que se mueve el dinero a nivel mundial. El informe de McKinsey sobre pagos globales para 2025 destaca el segmento más valioso de los servicios financieros, que genera 2,5 billones de dólares en ingresos a partir de dos cuatrillones de dólares en flujos de valor, respaldados por 3,6 billones de transacciones en todo el mundo.
Para los directores financieros y los ejecutivos de productos, este nuevo entorno exige una revisión completa de la lógica de enrutamiento, la cobertura de divisas y los sistemas de conciliación para prosperar en una era de vías plurales en la que la velocidad, la rentabilidad y el cumplimiento determinan dinámicamente la ruta de pago óptima.
Datos y análisis: convertir la información en inteligencia
Aunque la IA acapara la mayor parte de la atención, el verdadero motor de la evolución de la tecnología financiera son los datos y los análisis. Las empresas que liderarán el mercado en 2025 son aquellas que han ido más allá de la simple recopilación de información para transformarla activamente en conocimientos en tiempo real que impulsan los resultados empresariales. Por lo tanto, los líderes del sector bancario y de la tecnología financiera están replanteándose su arquitectura de datos para permitir el análisis de datos en tiempo real, la creación de modelos predictivos y una toma de decisiones más dinámica en materia de productos, riesgos y experiencia del cliente. Las empresas con bases analíticas están generando un rendimiento significativamente mayor de la inversión en tecnología que sus competidores.
Fintech en 2026
Para competir en la era posterior a la disrupción, las instituciones financieras y las fintech deben integrar estas cuatro fuerzas en una única estrategia cohesionada. Tratar la IA como la columna vertebral operativa, adoptar vías interoperables y preparadas para tokens, integrar capacidades financieras a la perfección en plataformas digitales y crear ecosistemas de datos que conviertan la información en inteligencia.
Los ganadores de 2026 no se definirán por una sola tecnología, sino por su capacidad para orquestar la innovación en todas las disciplinas, conectando los datos, la gobernanza y el valor para el cliente en un motor de crecimiento unificado.
El futuro de la tecnología financiera es modular, interoperable y regulado de forma inteligente. Las organizaciones que alineen el talento, la tecnología y la transparencia no solo seguirán el ritmo de la transformación, sino que también establecerán el estándar para la próxima década de innovación financiera.
