En 2021, Hyundai Motor Company pagó 1.100 millones de dólares para adquirir el 80% de Boston Dynamics, empresa pionera en robótica, famosa por los vídeos de su robot con forma de perro llamado Spot y su humanoide Atlas, que corre y salta. En un principio, la operación parecía más un golpe de efecto para Hyundai que parte de una estrategia bien definida.
Pero ya no es así. Cuatro años más tarde, Hyundai (130.000 millones de dólares de ventas en 2024, nº 142 en la lista Forbes Global 2000) representa ahora la punta de lanza de la apuesta de Korea Inc. por la robótica.
Hyundai –tercer fabricante de automóviles del mundo si se tiene en cuenta que posee el 35% de KIA Corp (nº 278)– ha seguido desarrollando Spot, especialmente para su uso como inspector de obras itinerante, y continúa iterando Atlas, con la intención de vender humanoides controlados por IA producidos en serie tan pronto como en 2028.
El laboratorio de robótica de Hyundai ya ha desplegado su plataforma X-ble de exoesqueletos robóticos portátiles para su uso en fábricas. Se dice que X-ble Shoulder, lanzado a finales del año pasado tras pruebas con 300 trabajadores, reduce el esfuerzo de los músculos del hombro y deltoides en más de un 30% al levantar objetos pesados como piezas de automóviles. Su X-ble MEX es un traje de rehabilitación más complejo que puede ayudar a las personas a volver a caminar. Increíblemente, estos exoesqueletos X-ble no necesitan una fuente de energía externa, sino que utilizan mecanismos pasivos de torsión por resorte.
Los robots industriales no son nada nuevo para Corea, que ya lidera el mundo en densidad de implantación de robots, con 1.000 robots por cada 10.000 trabajadores en fábricas, frente a unos 300 en Estados Unidos y 470 en China. La división de robótica de Doosan (nº 1.713 con 13.000 millones de dólares en ventas, controlada por el multimillonario Park Jeong-won) ya ha comercializado el Cobot, un robot industrial experto en soldadura, lijado, paletizado, fritura de alimentos y manipulación de equipajes.
Los poderosos chaebols y el gobierno coreano ven enormes oportunidades para los robots fuera de la fábrica. La nueva alianza público-privada del gobierno, la K-Humanoid Alliance, pretende ofrecer en 2028 un robot bípedo comercialmente viable que pese menos de 130 libras, pueda levantar 40 libras, camine unos tres metros por segundo y se mueva con la flexibilidad que permiten más de 50 articulaciones. La K-Humanoid Alliance pretende desarrollar un «cerebro» común de IA que puedan utilizar todos los robots coreanos.
LG Electronics (70.000 millones de dólares de ingresos, nº 910) ya ofrece un bot rodante llamado CLOi, diseñado para servir y transportar. LG presentó el año pasado el pequeño robot doméstico Q9, que puede ver, oír, hablar e inventar historias para entretener a los niños.
Samsung Electronics, el gigante de los semiconductores y los electrodomésticos (220.000 millones de dólares de ingresos, nº 21 en la lista Forbes Global 2000) posee el 35% de Rainbow Robotics, fundada en 2011 por investigadores del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea. Han presentado el robot bípedo Hubo y el humanoide con ruedas RB-Y1.
La destreza robótica podría convertirse pronto en una cuestión de urgencia existencial para Corea, que tiene la tasa de fertilidad más baja del mundo (menos del 1%) y espera necesitar muchos más robots para atender a una población que envejece rápidamente.
La robótica también podría ayudar a estimular la decaída economía coreana, de 1,7 billones de dólares, que según las previsiones del Banco de Corea registrará un crecimiento del PIB del 0,8 % este año, tras una contracción del 0,2% en el primer trimestre. El índice bursátil KOSPI ha subido un 6% en el último año y apenas un 34% en un lustro. El nuevo presidente de Corea, el progresista Lee Jae-Myung, ha prometido un paquete de estímulo tecnológico de 30.000 millones de dólares.
La compra por Hyundai del 80% de Boston Dynamics (Softbank posee el 20% restante) pudo parecer su apuesta en el campo de la robótica, pero ahora se ha convertido en la base de una productividad y unos productos que cambiarán las reglas del juego. Las empresas coreanas llevan décadas haciéndolo con semiconductores, smartphones, televisores y frigoríficos.
Ya hay robots Spot equipados con sensores que patrullan continuamente por complejos y peligrosos emplazamientos industriales, lo que evita a los clientes tener que instalar cientos o miles de sensores estáticos (el Servicio Secreto de Estados Unidos tiene incluso un Spot merodeando por los terrenos de Mar-a-Lago). Vídeos recientes de Boston Dynamics muestran al robot humanoide Atlas gateando, dando volteretas e incluso bailando break dance.
La empresa de transporte mundial DHL acordó en mayo comprar un millar de robots Stretch de Boston Dynamics para la manipulación de paquetes, mientras que Hyundai afirma que desplegará miles más en Estados Unidos mediante una estrategia de inversión de 21.000 millones de dólares. Pronto los robots estarán en todas partes.
Más de 60 empresas surcoreanas entraron en la lista Forbes Global 2000, entre ellas Korea Electric Power, la siderúrgica POSCO y el gigante de los servicios financieros KB Financial, valorado en 515.000 millones de dólares (en activos). Ante la perspectiva de aranceles del 25%, POSCO, sexto fabricante mundial de acero, ya ha anunciado una asociación con Hyundai Motors, también miembro de Global 2000, para invertir en una planta siderúrgica de 5.800 millones de dólares en Luisiana.
Entre los recién llegados a Forbes Global 2000 figuran el holding de inversiones SK Square y el fabricante de videojuegos Krafton, más conocido por PUBG Battlegrounds. También es nueva Hanwha Aerospace, un contratista de defensa especializado en turbinas eléctricas y obuses autopropulsados. A principios de este año, Hanwha Aero anunció su propia ambición robótica para desarrollar sistemas de armas autónomos.