Imagine haber comprado allá por 2007 un iPhone de primera generación y que, a día de hoy, lo tuviese embalado e impoluto. Hoy, podría cambiarlo por un Tesla. Así, sin despeinarse.
Y es que se ha celebrado una subasta con el primer teléfono de la manzana como protagonista, alcanzando una cifra récord de 63.000 dólares, la mayor venta jamás realizada de un iPhone original, tal y como detalla el medio tecnológico iMore.
El iPhone, que estaba precintado, se vendió por 52.797 dólares el pasado domingo en la casa de subastas LCG Auctions, con una prima adicional del 20% para el comprador que elevó la venta total a más de 60.000 dólares.
Pero, ¿quién es capaz de mantener un iPhone sin abrir durante tantos años? La protagonista de toda esta historia es Karen Green, una artista de tatuajes. Le hicieron el regalo como felicitación por empezar un nuevo trabajo en 2007.
Su operador en ese momento era Verizon y el iPhone solo se vendía con AT&T, por lo que no funcionaba con el operador que ella tenía. Como no quería perder su línea telefónica, decidió mantener sellado el iPhone. Menuda decisión.
Cuando Green leyó noticias sobre subastas que se estaban llevando a cabo de algunos iPhone de primera generación (con excelente resultado económico) recordó que tenía uno de ellos…
Y es que el precio de los iPhone originales se ha disparado en los últimos años, alcanzando cotas inimaginables. Si tiene uno por ahí, ya sabe.
Características del iPhone de primera generación
¿63.000 dólares por un iPhone de 128 MB y una cámara de 2 megapixeles? La nostalgia puede hacerlo posible. Este primer iPhone, que cambió la historia de la telefonía móvil, fue el primero de su clase. Se vendió por 599 dólares y contaba con una pantalla capacitiva de 3,5 pulgadas.
Tenía una batería de 1500 mAh, puerto de carga de 30 pines, memoria RAM de 128 MG y no tenía cámara para selfies. Tampoco flash en la principal. Eso sí, ¿quién no querría presumir de un iPhone como este?