“Siempre he concebido los coches como arte puro. Arte en movimiento. Mientras muchos de mis amigos coleccionaban arte, yo sentía que de algún modo que la verdadera belleza de poseer un coche raro y magníficamente diseñado residía en el hecho de poder utilizarlo. Puedes mirarlo, disfrutar de sus cualidades visuales al igual que sucede con un cuadro, pero además puedes meterte dentro y conducirlo. Para mí eso significa disfrutar no solo su mera conducción, sino también la maravilla de que te lleve a alguna parte”, dijo Ralph Lauren en 2004 durante una entrevista para un libro, explicando a la perfección la pasión que le une a su objeto de coleccionismo.
Y él no es el único que los considera arte: el mismísimo Louvre llegó a exhibir entre sus paredes diecisiete piezas de su colección durante cuatro meses en 2011. Todos ellos tienen algo en común: son raros y son antiguos – muchos de ellos se construyeron antes de que él mismo naciese en 1939 en el Bronx en una familia de inmigrantes judíos -, y entre ellos pueden encontrarse coches de carreras con toneladas de historia en sus asientos.
Para conocer algunos de los miembros más ilustres – y caros – de la colección de Ralph Lauren, haz clic en la siguiente fotogalería.
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