#WomenWhoWork (“mujeres que trabajan”) es el eslogan de la Ivanka Trump Collection y también el target al que pretende dirigirse su popular línea de ropa y accesorios de lujo accesible. El boicot contra su compañía iniciado en las redes en octubre tras filtrarse la grabación en la que su padre realizaba comentarios misóginos y que contó con grandes apoyos hizo que, según la herramienta de comercio electrónico ShopRunner, el interés por la marca Ivanka Trump cayese un 40%.
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“Mi marca fue lanzada mucho antes de que comenzase el ciclo presidencial y continuará mucho tiempo después”, se defendió ella en una aparición televisiva. “Siempre he intentado mantener separada mi empresa de la campaña. Dicho esto, uno de los grandes retos es disfrutar de la vida, pero vivir con esta ansiedad y bajo el escrutinio del mundo lo convierte en algo muy complicado”. Explicó que ella no había hecho más que estar al lado de Donald Trump como hija y que solo había expresado su opinión pública y ejercido influencia en su padre sobre una cuestión de enorme interés para la mujer: las deducciones fiscales por el cuidado de los hijos.
Sin embargo, ahora su padre ya no es solo un candidato polémico, sino el presidente de la potencia más poderosa del mundo. Al mismo tiempo que el nombre de Trump resurge de la oscuridad tras las elecciones mejora la percepción de los consumidores del mismo, tal y como ha desvelado una encuesta llevada a cabo por Brand Keys, lo que previsiblemente se traducirá en el impulso de la marca de Ivanka.
Brand Keys, que lleva meses analizando la percepción de los consumidores de los productos y servicios ligados al nombre de Donald Trump, incluyendo compañías inmobiliarias, clubs de golf, bares, hoteles y casinos, entre otros, ha asegurado que el valor de todos ellos aumentará entre un 20% y el 37% tras la victoria del candidato republicano. Ya se sabe; quien ríe último ríe mejor.