Brizio, nacida en Argentina y de sangre italiana, decidió dar el salto y dejar por completo el mundo de la auditoría y su trabajo en Deloitte Milán para centrarse en su verdadera pasión: inventar, diseñar, imaginar. Hoy, 15 años después de que esa pasión le trajera a España, SOLOiO puede presumir de ser una de las firmas que mayores dosis de exclusividad ofrecen a su cliente.
¿Cómo empezó la idea de SOLOiO? ¿Cuál ha sido el recorrido de la marca?
Nosotros comenzamos con complementos y en un momento nos centramos en la corbata y en su diseño, aunque hemos comenzado a desarrollar otros complementos y ha tener peso en ellos, como los tirantes, las camisas… Ahora nos hemos convertido en una marca cuyo ADN son los complementos, pero que tiene ropa seleccionada que acompañan a esos complementos. El complemento es la sal y la pimienta de todo el vestir, y nosotros lo acompañamos con prendas. Además, queremos imprimir en la mente de nuestros clientes que de verdad somos diseñadores con peso y que tenemos un equipo de diseño muy variopinto y muy unido. Ahora, nuestro futuro es el desarrollo de otras vías. Por ejemplo, tenemos SOLOiO Mare. Hemos abierto en Cartagena de Indias la primera tienda que tiene todo lo que acompaña al baño: bañadores, camisas de lino… El bañador es un soporte muy bueno para lucir el diseño y nos abre el camino para tener otra forma de expandirnos.
¿Por qué corbatas? ¿Por qué una línea para un público masculino?
Me encanta trabajar para los hombres. Parece que van por la vida como si no les importara cómo vestir, pero en realidad les encanta ir bien vestidos y acorde a su personalidad. Ellos se expresan artísticamente como lo hacemos todos. A veces la moda se toma como algo un poco banal, pero no lo es en absoluto. Es la expresión más inmediata y cotidiana que tenemos todos. Y aunque no lo queramos, todas las personas nos expresamos a través de la moda todos lo días, aunque sea para decir que “no me importa”. Ese “no me importa” también tiene su punto de personalidad. Aunque los clientes en este momento no tengan desarrollado del todo su gusto, lo que le digo a todo mi equipo es que tengan mucho respeto por el futuro de todos esos clientes. Al final cómo nos vemos es también como nos sentimos. No les pasa solo a las mujeres. El hecho de que los hombres le pongan poca atención al vestir está cambiando mucho.
La marca es producción italiana, pero por el momento solo hay puntos de venta en España y algunos países de Latinoamérica, ¿cómo responde la marca al Made in Italy?
La marca nació Made in Italy. Esto es importante porque hay cosas que los italianos dominan mejor que nadie, como la seda, las corbatas… Todos nuestros complementos son Made in Italy… Pero no absolutamente todo. En Portugal hacemos la línea de baño y en España hemos empezado a hacer zapatos, pero a nivel boutique. Solo unos pares muy especiales para dar vida al look entero, pero todavía no son nuestro fuerte.
La exclusividad es uno de los fuertes de la marca, ¿cómo la gestionáis en SOLOiO?
Nosotros hacemos muy pocas corbatas iguales. Antes hacíamos 16, ahora 20-24 y nunca las volvemos a repetir. Las grandes marcas ahora tienen ese punto de masificación que está dejando de gustar. Con las camisas, por ejemplo, hacemos tiradas de 120 piezas y no las repetimos. Y eso hace que, efectivamente, haya mucho recambio. Yo no quiero perder eso. Quiero seguir con esta política. Es imposible conseguir mejor calidad que la que nosotros logramos. La calidad de las cosas a un precio que no sea excesivo no hace únicos y eso es lo que nos premia.
¿Cómo traducís esa exclusividad con el negocio online?
Lo vamos cambiando mucho. Estamos invirtiendo en un servicio informático que nos permita crecer. Por ejemplo, yo tengo hechas 24 corbatas. Si me la piden por internet, la saco de una de las tiendas y cuando el stock va a cero se quita la foto, pero todas nuestras cosas salen de las tiendas. De todas formas, en la tienda online es muy difícil replicar la magia de la tienda. Seleccionamos lo que consideramos que es mejor y de eso tratamos de hacer unas tiradas más largas. Pero nosotros confiamos en las tiendas físicas. Si bien nos gusta comprar online, la tienda física sigue siendo lúdica.
Foto: Tienda de SOLOiO en Cartagena de Indias
Con un crecimiento en ventas del 10% frente a 2014, y un aumento del 7% en venta online respecto al año anterior, ¿qué previsiones tenéis en cuanto a números?
Espero aumentar las tiendas. Ahora tenemos 15. El año que viene me gustaría tener 18-20, y duplicar la cifra de ahora en tres años. Lo que a mí me interesa es consolidad la empresa con el salto que estamos dando. Necesitamos muchas cosas, sistemas informáticos, profesionales que atiendan a sectores más específicos y que el crecimiento sea bueno, sostenido.
Has cambiado de sector completamente, de auditoria a marca de moda, ¿por qué?
Yo creo que las carreras las decides por tus habilidades. Yo siempre he tenido muchas habilidades en matemáticas y estudié una carrera para desarrollar esa habilidad. Pero cuando tienes 18 sabes lo que se te da bien, pero no tanto lo que te gusta. Yo no era feliz con eso y auditoría acabó aburriéndome. Viendo cómo yo podía arrancar con algo que realmente me gustara empecé haciendo esto y se me dio bien. En ese yo estaba en Italia y casi todas las tiendas de corbatas cerraron. Vi una oportunidad. Ese es el motor, que te guste algo que se te dé bien y después tener la fuerza y el espíritu para sacarlo adelante. Mis padres son empresarios. He vivido en el riesgo toda mi vida. Hemos perdido, hemos ganado…. Y a mí el riesgo no me asusta y eso es muy importante. Hay que soportar no saber cómo te va a ir algo y arrancar y meter un motón de ganas y de ilusión en el equipo sin saber cómo te va a ir. Hay que poder dormir por las noches con todo eso.
Has nacido en Argentina, vivido y trabajado en Italia y ahora estás en España dirigiendo una firma que no deja de crecer, ¿con qué retos o dificultades te has cruzado hasta ahora?
Cuando empecé mis hijos eran pequeños y para mí la familia es lo primero. Empezamos con esto mi marido y yo teniendo la oficina en casa para que mis hijos nunca sintieran que no estaban sus padres. Eso podría haber sido un reto. Luego, la corbata dejó de llevarse tanto. Eso hizo que tuviéramos que decidir otro camino obligado. Yo siempre he tenido en mente hacer cosas que fuesen integradoras del concepto, pero en realidad también ha sido una cosa obligada, porque la corbata perdió fuerza y fue una dificultad que tuvimos que superar. La crisis, por ejemplo, no ha sido ningún problema. La crisis lo ha hecho que tengamos más conciencia de no despilfarrar. Como nuestros precios siempre han sido razonables y la calidad muy alta, nos hizo crecer en ese momento y ahora nos hace fortalecernos porque la gente no vuelve a lo de antes. Lo de la crisis ha sido una enseñanza.
El consumidor europeo es maduro y yo fabrico para ellos. Un consumidor maduro en sus valores donde le duele gastar en algo que realmente no lo vale, que le encanta el diseño, pero que no despilfarra. No puedes crear una marca para vender y hacerte rico. A lo mejor luego esa puede ser la consecuencia, pero tienes que hacerlo con el alma y así los resultados serán buenos. Lo otro es muy mezquino, son las cosas comerciales. Yo las tengo que hacer, porque tengo que vender, pero acompañan. Es importante jugársela. Hacer cosas que muevan la fibra de la gente.
Foto: Colección Campamento. Primavera-Verano 2017
¿Cómo es la colección Primavera-Verano 2017 que acaba de desfilar en Madrid Fashion Show?
En la pasarela hemos querido darle alma a nuestro equipo de diseño a través de un concepto que, creo, ha calado mucho. En la colección “Campamento” el boyscout es nuestro modelo, un símbolo con mucho honor, que está basado en las leyes del Samurái. Educación en el honor, en la fuerza y en la naturaleza. Desde ahí, con esa educación en valores que siempre estamos tan orgullosos de tener, hemos querido dar una emocionalidad al desfile. Querer enamorar a la gente. Mi inspiración ha sido la naturaleza. Ahí encuentras lo mejor. Ni un genio puede diseñar un insecto tan bonito. La naturaleza es la mayor maestra.
Las marcas no podemos romper nuestra trayectoria, pero sí que podemos adelantar nuestras intenciones. Nuestras intenciones son ser en un futuro una marca, con base en los complementos, pero con desarrollo en otras áreas. Lo que se ve en la pasarela es un concepto, por ejemplo, una forma de darle alma a nuestro equipo de diseño.