En el número 62 de la Gran Vía Madrileña están de celebración. La startup española Séntisis acaba de soplar cuatro velas por sus cuatro años de vida, el último de los cuales ha sido una auténtica montaña rusa: ha visto cuadruplicada su facturación y triplicado el tamaño de su plantilla hasta alcanzar cincuenta empleados a uno y otro lado del Atlántico.
Corría el año 2012 y Séntisis abría sus puertas con el firme propósito de sacar a la palabra de un largo ostracismo y exprimir al máximo su valor como indicador de la reputación de las empresas en las redes sociales. Y es que estas no son solo una herramienta idónea para mantener el contacto con el cliente, publicitar el producto o explotar las oportunidades de negocio, sino también una fuente de información de valor incalculable y, a menudo, desaprovechada.
Del Big Data al Social Big Data
No obstante, teniendo en cuenta que en Twitter se generan cada día unos 12 Terabytes de información y que Facebook almacena unos 100 Petabytes de fotos y vídeos, analizar uno a uno los mensajes que los usuarios dedican a una marca en concreto se convierte en una tarea titánica, inabarcable. ¿El resultado? Miles y miles de datos flotando en el vacío, pasando desapercibidos para los departamentos de community management.
Es aquí donde entra en juego el Big Data, un término que hace referencia a los sistemas de análisis de cantidades ingentes de datos y que se ha popularizado en los últimos años hasta cobrar una importancia capital en los procesos de toma de decisiones de las compañías. Pero Séntisis ha ido un paso más allá, atreviéndose con el llamado Social Big Data: un software capaz de medir y comprender todo lo que se dice en las redes sociales sobre una determinada marca y sector.
“Muchas herramientas son capaces de contabilizar el impacto que ha tenido una acción en redes sociales”, comenta Jorge Peñalva, CEO de Séntisis. “Sin embargo, una tecnología como la nuestra va mucho más allá del dato cuantitativo: proporcionamos datos cualitativos que permiten comprender los deseos, intenciones o preocupaciones de los consumidores en la red”.
De este modo, los responsables de ventas tienen acceso a la información valiosa para una empresa que se oculta en los mensajes y perfiles de redes sociales, con innumerables aplicaciones prácticas: desde conocer los detalles de la acogida de un nuevo producto o servicio hasta descubrir cómo reforzar las relaciones con los potenciales clientes, pasando por minimizar el impacto de una crisis de reputación.
“El Social Big Data permite a las empresas conocer el comportamiento de sus clientes y el consumidor en tiempo real”, explica Peñalva. “Esto significa que los departamentos de márketing pueden conocer al instante las preferencias, deseos o quejas de los usuarios en la red. Además, el análisis de estos datos permite también obtener insights del mercado, identificar tendencias o encontrar ventajas competitivas respecto de la competencia”.
[Jorge Peñalva, CEO de Séntisis]
Lo que la palabra esconde
Con el objetivo de dar respuesta a esta necesidad corporativa nacida del auge de las redes sociales, Séntisis desarrolló una tecnología semántica novedosa capaz de comprender el significado de los mensajes de los usuarios en su contexto. Basada en un software propio creado para comprender la complejidad y matices de las distintas variantes del idioma español, la tecnología NLI (Natural Language Intelligence) desarrollada por Séntisis está basada en más de 35.000 reglas lingüística. Se trata, en definitiva, de un sistema que escucha y entiende qué se dice de una marca en las redes sociales con el fin de utilizar estos datos para mejorar su reputación y sus resultados económicos.
De esta forma Séntisis analiza semánticamente millones de conversaciones en español en tiempo real en Facebook y Twitter, así como en foros, blogs y noticias. Estas informaciones se clasifican automáticamente en función del sentimiento, opinión, perfil del usuario e influencia para facilitar el análisis y la extracción de conclusiones. Gracias a un sistema de reglas heurísticas esta tecnología revolucionaria es capaz, incluso, de detectar la ironía, los matices del lenguaje en función de la región, las comparaciones, las negaciones e incluso la intención de compra del usuario, convirtiéndose en una herramienta muy potente a la hora de saber qué desea el consumidor. Por todo ello no es de extrañar que en tan solo cuatro años la compañía haya logrado posicionarse como el motor de análisis más fiable para comprender a los hablantes de la lengua de Cervantes.
Un futuro brillante
Con más de cincuenta empleados repartidos en oficinas propias en Colombia, Chile, España, Estados Unidos y México, Séntisis cuenta ya con una extensa lista de clientes procedentes de diez países hispanohablantes. Compañías de la talla de Heineken, Ford, Banco Santander, Atresmedia, Agencia EFE, Mediaset, Acciona o MediaMarkt ya han confiado en su tecnología como vara de medir su impacto y reputación en las redes sociales.
Con una facturación que se dispara al mismo ritmo que su plantilla crece, Séntisis vive un momento dulce y una perspectiva de futuro prometedora: todos los pronósticos señalan que la startup se convertirá en un referente en el procesamiento del lenguaje natural en 2017. Además, la empresa abrirá una ronda de financiación por valor de tres millones de dólares para seguir alimentando a un crecimiento que ya se revela imparable.