La vuelta al mundo de Donald Trump

Aunque se le da muy bien disimularlo, Donald Trump es un verdadero hombre de mundo. Aún le quedan dos continentes por conquistar, pero otros países son la base de sus negocios, de su vida personal e incluso de su nacimiento. Hacemos un repaso a todas las naciones que hacen de Donald un estadounidense tan peculiar.

La vuelta al mundo de Donald Trump

Escocia. La madre del candidato a la presidencia con tan fuerte sentimiento estadounidense nació nada más ni nada menos que en un pequeño pueblo al otro lado del Atlántico: Tong, Aberdeen. En él Trump quiso construir el campo de golf más grande del mundo. La idea sigue siendo motivo de peleas entre los vecinos y el político.

La vuelta al mundo de Donald Trump

México. Parece que Trump no siempre ha odiado a su vecino mejicano. Hace diez años tenía intenciones de abrir un lujoso complejo turístico en Tijuana, Baja California. Pero su ambicioso proyecto, que se llamaría Trump Ocean Resort Baja, terminó con una millonaria demanda en su contra y contribuyó a endurecer su postura respecto al país. Desde entonces, las piñatas de Donald Trump se han vuelto muy populares.

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Alemania. Friedrich Drumpf (posteriormente Frederick Trump) abandonó la aldea en al que vivía para dirigirse a Estados Unidos en 1885, cuando tenía 16 años. Más tarde, Friedrich intentó regresar a su hogar alemán, pero le rechazaron por no realizar su servicio militar. Por suerte para él, Estados Unidos le volvió a dar otra oportunidad.

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República Checa (por entonces Checoslovaquia). País natal de Ivana Marie Zelnickova, primera esposa de Trump. En 1977 se casaron y tuvieron tres hijos. Un matrimonio que terminó en 1990 con una separación muy pública y un divorcio provocado por la relación entre el político y su segunda esposa, Marla Maples (estadounidense).

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Eslovenia (por entonces Yugoslavia). País natal de Melanija Knavs (más tarde Melania Knauss) y tercera y actual esposa de Trump. Se casaron en 2005, estando Hillary Clinton, Simon Cowell y Star Jones entre los invitados. ¡Toda una caja de sorpresas!

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Indonesia. Indonesia es el hogar de más de 200 millones de musulmanes, quienes representan más del 87% de la población. Pero parece que en ciertos asuntos Trump no tiene problemas sobre la fe. En 2015 anunció su primera y segunda propiedad en Asia, con un complejo de lujo situado en Bali y otra en Lido Lakes que será “el orgullo de Indonesia”.

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Suecia. Por lo visto el padre de Trump pensó que no sería una buena idea para los negocios ser germano-estadounidense durante y recién terminada la Segunda Guerra Mundial, así que se presentó como sueco.

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Irlanda. En el 2014, Trump invirtió 20 millones de dólares en una propiedad en el condado de Clare, una adquisición que se ve ‘amenazada’ por la erosión de las olas del mar. La solución del político ha sido así de simple: construir un muro entre el mar y su propiedad. Una propuesta, evidentemente, rechazada.

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China. Cuando en las etiquetas de la ropa de marca Trump no pone “hecho en Méjico”, pone “hecho en China”. Pero su ropa no es el único producto de Trump que se ha vuelto rentable con la ayuda de China… 100 inversionistas chinos están contribuyendo con un monto combinado de 50 millones de dólares para el rascacielos aún en construcción Trump Bay Street en Nueva Jersey. Estos inversionistas pueden obtener una visa y una posible vía rápida para la ciudadanía estadounidense, así como la oportunidad de experimentar el “estilo de vida envidiable” que Trump le da a la ciudad de Jersey.

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