Puede que no se sea un verdadero empresario si no se sabe lo que es estar en quiebra. Walt Disney fue despedido por el editor de un periódico porque “carecía de imaginación y no tenía buenas ideas” y estuvo en quiebra antes de construir Disneyland. Más tarde, se ha convertido en la auténtica leyenda de los personajes infantiles.
Hacerse rico es bastante difícil y la mayoría de nosotros no llegaremos a adquirir una riqueza con la cual podremos considerarnos millonarios; pero lo realmente complicado es volver a hacerse rico después de arruinarse.
Una buena red de contactos, mucho conocimiento y el know-how del emprendedor han hecho que personas que se dejaron todo su patrimonio, lo hayan recuperado, incluso para aumentarlo. Suelen ser personas conocidas, pero su hundimiento y vuelta a resurgir casi siempre pasan desapercibidas.
¿Cómo es posible que tantos millonarios se hayan encontrado al filo de la bancarrota, luchando para proteger lo poco que les quedaba? La respuesta puede estar en sus historias.
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