Start-ups

Ramón Esteve: “Vivimos un momento en el que se valora más la experiencia que la pertenencia y la durabilidad, y la arquitectura se ve afectada por ello”

Ramón Esteve por © Alfonso Calza

Ramón Esteve (Valencia, 1964) se ha coronado como uno de los grandes arquitectos y diseñadores de este país. Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Madrid desde 1990 y Doctor en Arquitectura, imparte clases en la Universidad Politécnica de Valencia desde 2005. En 1991 fundó en su ciudad natal un estudio de arquitectura multidisciplinar que lleva su nombre.

Su trabajo, fruto de la unión entre sus referentes y su estilo propio, se ha convertido en un reclamo para las grandes marcas y en un referente en lo que a residencias de lujo que refiere. Casa Sardinera o Refugio en la Viña son algunas de sus creaciones más reconocidas.

Desde que a principios de la década de los noventa fundase su estudio, el prestigio y el reconocimiento de Ramón Esteve no ha parado de subir como la espuma. Por eso, Feria Hábitat Valencia 2019 ha dedicado su retrospectiva al arquitecto y diseñador valenciano por sus casi 30 años de trayectoria profesional.

¿Cómo definiría en una palabra el estilo de Ramón Esteve?

Empatía.

¿Referentes o fuentes de inspiración?

Las primeras referencias siempre son la arquitectura y el diseño, pero después se alimenta de todo lo que sucede alrededor. En concreto, cuando comienzo a diseñar un proyecto me gusta empaparme de la arquitectura popular de la zona: colores, texturas, paisajes… Incluso, si puedo, intento hacer una inmersión total y vivir allí un tiempo.

Por otro lado, mi inspiración viene de los grandes maestros coetáneos, y los grandes maestros de las vanguardias. Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Louis Khan y también los nórdicos; por ejemplo Lewerent, o Jacobsen. También en algunos momentos Barragán, y todos los que están haciendo propuestas interesantes; desde las más radicales, como Rem Koolhaas, hasta las más clásicas y conservadoras, pero a su vez espectaculares, como pueden ser las de Peter Zumthor.

Casa Sardinera por ©MarielaApollonio

¿Cuál es la estancia más importante de una casa?

Todas lo son. Me muevo siempre en la idea de crear entornos completos, diseñando desde la arquitectura hasta el mobiliario; por lo que sería contradictorio darle más importancia a una estancia de la casa en detrimento del resto. Creo que la vivienda debe concebirse como un todo, es la única forma de que conecte con la parte emocional de quien la habita.

Alguna manía a la hora de crear

Cuando me enfrento a un proyecto por primera vez tengo la necesidad de ponerme a ordenar el estudio. Poner las cosas en su sitio y despejar el espacio me ayuda a despejar mi propia mente y ordenar mi ideas, de forma que puedo focalizarme en el nuevo reto creativo que se me presenta. Sé que suena metafórico, pero a mí me funciona. La fuerza de la música clásica, habitualmente contemporánea, también me ayuda a templar el espíritu.

¿Algún proyecto que haya significado un antes y un después en su carrera profesional?

Casa Sardinera supone un antes y un después, sobre todo, en la difusión de mi trabajo. Sin buscarlo, se convirtió en un proyecto muy mediático que rápidamente suscitó interés entre la prensa especializada y los profesionales del sector. Lo cierto es que ni siquiera diseñamos una estrategia de comunicación específica para el lanzamiento, fuimos del todo reactivos y eso también nos ayudó a ser conscientes de la importancia de mostrar lo que hacemos. 

¿Cómo es la casa de uno de los mejores arquitectos del momento?

Refugio en la Viña es un proyecto personal con el que me identifico totalmente. De hecho, se podría decir que es el reflejo de mi filosofía en estado puro. Se trata de una casa, en cierta forma, muy intensa; cuando atraviesas el umbral de la puerta, sientes que estás en un universo especial donde está sucediendo algo. Esto es fruto de una profunda meditación sobre cada detalle, desde la estructura general hasta los interruptores o la manilla de la puerta, que da como resultado un espacio simple y ordenado a la vista pero donde no falta nada. Es minimalismo y maximalismo a la vez manifestados a través de la máxima sobriedad, como ocurre en un Monasterio. Una vez una persona que vino a visitarme a casa la comparó con una Capilla Cisterciense, y creo que es una apreciación muy acertada. Por un lado el espacio está desnudo; pero el usuario es capaz de sentir la arquitectura, con los mínimos elementos consigues la máxima pureza.

¿Qué significa para usted el minimalismo?

Soy un fanático del minimalismo en el Arte, con referentes como Donald Judd o Dan Flavin. Sin embargo, en Arquitectura el minimalismo se ha utilizado de una forma distinta. Me atrevería a decir, incluso, que realmente ni siquiera existe, ya que significa la ausencia de referencias o simbolismos con el objetivo de que sean las piezas en sí mismas a través de su propia pureza las que ponen el valor lo que hay alrededor. Por lo tanto, es complicado replicar este concepto en la Arquitectura, ya que ésta va siempre muy ligada a su entorno. En este contexto, el Minimalismo en sí se utiliza para una arquitectura básicamente esencialista.

Refugio en la Viña por @MarielaApollonio

Ha diseñado para grandes marcas como Vondom, Porcelanosa o Vibia, ¿cuál le queda pendiente?

Cualquiera de las grandes con las que tengo afinidad. Por ejemplo: B&B, Minotti, Vitra, Kartell, Zanotta, La Palma, Magis…

¿Cuál es el premio o reconocimiento que más ilusión le ha hecho? ¿Por qué?

Debo estar haciéndome mayor, porque últimamente estoy recibiendo más premios de lo habitual… Ahora hablando en serio, recientemente Feria Hábitat me ofreció una oportunidad que no es un premio como tal pero es un reconocimiento a toda una trayectoria, y esto me hizo muchísima ilusión. Me cedieron un espacio y me dejaron total libertad para crear una exposición donde mostré una selección de las piezas más icónicas que he diseñado a lo largo de mi carrera para diferentes marcas con las que he trabajado, tanto nacionales como internacionales. La muestra daba continuidad a la serie de reconocimientos que, desde la edición anterior, el certamen otorga a profesionales que consideran tienen una especial significación en el sector del hábitat.

¿Qué significa la arquitectura en la sociedad actual?

Desde mi punto de vista, lo más significativo del momento actual es que están conviviendo infinidad de propuestas y no existen dogmas ni tendencias que ‘se deben’ seguir. La velocidad de consumo está afectando a todos los sectores y esto, en positivo o en negativo, está cambiando los valores tradicionales de la arquitectura.

Es difícil hacer una generalización pero, por ser un poco más preciso, actualmente existen dos velocidades que se están dando al mismo tiempo. Por un lado, en las sociedades antiguas la arquitectura ha perdido la épica; principalmente porque Europa y Estados Unidos ya no tienen el músculo económico ni el protagonismo que tenían antes y ahora, aunque sigue habiendo propuestas de calado, son mucho más comedidas. Por otro lado están los países emergentes, como China o India, donde se mantiene esa épica y, aunque con criterios en alguna ocasión cuestionables, se utiliza la arquitectura como símbolo de ese poder.

Algo nuevo y común a todas las propuestas es la temporalidad. Vivimos un momento en el que se valora más la experiencia que la pertenencia y la durabilidad, y la arquitectura se ve afectada por ello. Además de la preocupación por la sostenibilidad y la eficiencia, que ya es algo implícito.