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Deutsche Bank presenta “El valor de 15 años”

Quince años no son suficientes. Al menos no para aprender a bailar. Y es que solo hay una única manera de no dejar de hacerlo: no parar de bailar. No dejar de dar vueltas sobre uno mismo mientras la tierra también sigue dando sus vueltas alrededor del sol.

En estas últimas quince vueltas al sol, a Saioa López le ha dado tiempo a vivir en diferentes países. De bailar en todo tipo de teatros y de conocer a personas que nunca hubiera imaginado. Le ha dado tanto tiempo a descubrir tantísimos lugares nuevos, que siente que aún le queda todo por aprender. Pero no solo de aprender sobre la vida, sino también del baile. Son esas ganas de las que han llevado a Saioa de vuelta a su casa en Irún con el único objetivo de transmitir todo lo que estos 15 años le han dado y con las mismas ganas de seguir invirtiendo todo su tiempo en aquello que le da la vida.

Quizás suene a ciencia ficción pero cuando Saioa baila, el tiempo es capaz de volar y llevarla tan lejos como quiera. En estos años ha entendido que para conseguir que el movimiento del cuerpo sea tan ligero como el del viento, un bailarín debe ser tierra, y no aire.

“El baile es todo lo que ocurre mientras te sientes libre”,
Saioa López

La historia de Saioa nos regala una lección universal para la que no hace falta tener ningún conocimiento de danza. La bailarina nos recuerda que no debemos dejar de intentar lograr nuestros sueños solo porque vayamos a tardar mucho tiempo en cumplirlos. El tiempo pasa de todos modos, ¿por qué no invertir los años en algo que nos haga realmente felices? Al fin y al cabo, el tiempo, como la danza, no hace falta entenderlo para poder disfrutarlo. 

Y en Deutsche Bank son conscientes de que solo si nos aliamos con el tiempo podremos alcanzar nuestros deseos. No importa cuánto tardemos, si tenemos esa oportunidad de aprendizaje, ¿por qué no invertir todo nuestro tiempo para alcanzar nuestro sueño? Observar, vivir y evolucionar para que todo segundo sea mejor que el anterior.Por eso, vidas cómo la de Saioa hay que darles luz, para conocer el valor único a cada segundo, que por pequeño que sea, le de la importancia que realmente merece.

 
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