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Cómo lo hice: BlaBlaCar

Frédéric Mazzella, fundador y presidente de BlaBlaCar.

Fue en diciembre de 2003, Frédéric Mazzella iniciaba sus vacaciones universitarias de Navidad pero no tenía cómo volver a casa porque todos los trenes estaban llenos. O pasaba las fiestas solo en la residencia de estudiantes en la que vivía o llamaba a uno de los suyos para que lo fueran a recoger. Finalmente, su hermana recorrió los 500 kilómetros que separaban casa de sus padres de la universidad en la que estudiaba para que los Mazzella pudieran pasar juntos aquellos días tan señalados. Durante el viaje Frédéric se dio cuenta de que en la mayoría de los coches con los que se iban cruzando sólo había un ocupante. Aquello le pareció un derroche de recursos. Cinco años más tarde nacía Blablacar, aplicación que permite a sus usuarios compartir coche con el ahorro económico y energético que ello supone. “Cuando era pequeño quería ser músico y compositor. Y siempre me habían interesado las nuevas tecnologías”, rememora este licenciado en Física por la reputada Escuela Normal Superior de París y Máster en Ciencias de la Computación por la Universidad de Stanford. “Tal vez por ello mis primeras aproximaciones al mundo de Internet fueron diversas páginas web que hice para amigos músicos. Pero Blablacar fue mi primera experiencia real como emprendedor”.

Rompiendo barreras

El carpooling surgió  en los Estados Unidos en los años 70, en la época de la crisis del petróleo, pero su uso se desvaneció a medida que los precios de la gasolina retornaron a la normalidad. En Alemania, el uso compartido del automóvil ha sido históricamente una práctica muy extendida entre los estudiantes. Pero años atrás el potencial del carpooling estaba limitado por no existir las nuevas tecnologías. Era lógico que el carpooling viviera su momento cumbre con la llegada de Internet a todas las casas y la irrupción de las aplicaciones para móviles.

“Plataformas colaborativas como BlaBlaCar están estrechamente vinculadas a tres avances tecnológicos: las bases de datos, los motores de búsqueda y la conectividad”, apunta el fundador de Blablacar. “Juntas, estas tecnologías han permitido a los usuarios romper las barreras del tiempo o la distancia y colaborar y compartir a una escala sin precedentes”. En este sentido, BlaBlaCar se avanzó a su tiempo. En 2006, cuando Frédéric Mazzella creó la compañía, el Iphone aún no existía y Facebook apenas se había extendido más alla del dormitorio de Mark Zuckerberg. “En aquellos primeros días, para muchas personas la idea de conectarse en línea con alguien que no conocías para compartir un viaje coche sonaba absurdo. Más de diez años después, el uso generalizado de smartphones y redes sociales se ha traducido en más de 60 millones de usuarios de BlaBlaCar compartiendo viajes con un promedio en las distancias de 300 kilómetros”.

Disfrutando de la experiencia

Presente en más de 20 países, España es el único que ha cuestionado el modelo de BlaBlaCar. Más concretamente, CONFEBUS, la Confederación de Transporte en Autobús, llevó a la plataforma a los tribunales acusándola de competencia desleal y de operar al margen de la ley. “Pero el juez estableció muy claramente lo que siempre hemos defendido y lo que se reconoce ampliamente en todos nuestros mercados: BlaBlaCar no está sujeto a las leyes que regulan el transporte porque es una plataforma similar a una red social que permite a sus miembros compartir los costos de los viajes que realizan. Esta decisión de la justicia española es fundamental para nosotros: BlaBlaCar es completamente legal”. Para Mazzella estos contratiempos están realentizando en nuestro país el impacto social y ambiental que puede tener el uso compartido del automóvil. “Justamente ese es el motivo por el que en otros países europeos los gobiernos animan a sus ciudadanos a usar el coche compartido”.

Actualmente BlaBlaCar tiene  más de 3,5 millones de usuarios en España, comunidad que mes tras mes sigue creciendo. “Cuando desembarcamos en España, los usuarios de la plataforma era gente muy joven que buscaba ahorrar gastos en sus viajes. Ahora el promedio de edad de los miembros de BlaBlaCar es de 30 años, gente que busca ahorrar pero que también usan el servicio porque disfrutan de la experiencia”.

Si hay un camino, hay BlaBlaCar

Tras años de expansión internacional, la actual prioridad de Blablacar es la innovación tecnológica. A inicios de este 2018 la aplicación rediseñó su motor de búsqueda para ofrecer más resultados a escala local utilizando un nuevo algoritmo que combina las solicitudes de los pasajeros con un subsegmento de las rutas planificadas por los conductores. Gracias a este avance, el conductor no tiene que proponer su ruta manualmente. “Esto desbloqueará dinámicamente millones de posibles puntos de encuentro locales y convertirá cada carretera en una línea de transporte”, afirma con entusiasmo Frédéric Mazzella.

“Para los millones de personas que viven fuera de los centros de las grandes ciudades, en los suburbios o en pequeñas ciudades de provincias, los viajes de larga distancia son a menudo tediosos y de difícil acceso. Mientras tanto, hay coches que pasan con asientos vacíos muy cerca de esos puntos y que podrían ofrecer una experiencia casi puerta a puerta a esos usuarios. Gracias a nuestro nuevo algoritmo de búsqueda, podemos hacer que las conexiones de transporte sean mucho más locales y brindar a las personas más libertad e independencia que nunca. Nuestra visión es simple: donde sea que haya un camino, habrá un BlaBlaCar”.

Más allá de estas innovaciones, BlaBlaCar también lanzó recientemente BlaBlaLines, una nueva aplicación que permite a los pasajeros que se encuentran fuera de los centros de las grandes ciudades compartir viajes de corta distancia, es decir, de no más de 80 kilómetros. “Esta aplicación está actualmente en fase de prueba en Francia. Y otras de las novedades en las que estamos trabajando es la búsqueda de soluciones innovadoras en los seguros para el uso compartido del automóvil. Creemos que esto podría abrir una nueva área de servicios en la que creemos que podemos aportar un valor único a nuestra comunidad en lo referente al carpooling”.