“¿Eso quiere decir que soy ya muy mayor?” contraataca Jesús Esteve cuando iniciamos la charla exponiéndole que la vida de TheSize es relativamente corta pero su trayectoria como empresario larga y extensa.
Y tras tres segundos que se hacen eternos mostrando el más serio de los rostros dibuja una sonrisa pícara. “Sea como fuere, mayor o no, estoy tranquilo porque la generación familiar que nos sigue está demostrando cualificación y capacidad suficientes para afrontar el futuro”. El recorrido profesional de Jesús Esteve, fundador y presidente de TheSize, ha transcurrido ligado a la empresa familiar. Ya desde muy joven ocupó cargos de responsabilidad en la Levantina, la empresa fundada por su padre y que acabó dirigiendo junto a su hermano José Luis. Una sociedad de la que, pese a lo emotivo, acabó finiquitando su parte en 2006. “La venta de Levantina fue por razones societarias. Éramos varias familias las que formábamos parte de la empresa y con la llegada de la siguiente generación se fue complicando. Digamos que fue la solución más práctica para todos”. Lejos de quedarse de brazos cruzados, en 2010 se hizo com TheSize, marca bajo la que se aventuró a fabricar la piedra sintetizada Neolith, novedad absoluta en el mercado que lo alzó como el indiscutible rey de las encimeras con una facturación anual que supera los 82 millones de euros. “Volver a empezar con TheSize responde a la que siempre fue, es y será nuestra vocación: la empresa familiar. Además conocíamos muy bien el producto ya que, aunque con fines distintos, lo habíamos empezado a producir unos cinco años antes en Levantina en la que era la segunda planta en el mundo en ese momento. De la experiencia en Levantina me quedo con muchas cosas, pero sobre todo y muy especialmente con el trabajo en equipo, la motivación y la perseverancia”
Creciendo ante la adversidad
Gran factor diferencial respecto al resto de compañías del sector, para los neófitos en la materia explicar que Neolith es una roca sintetizada pero creada a imitación de las tres fases básicas que se dan en la naturaleza: presión, temperatura y tiempo, solo que, lógicamente, siguiendo un proceso de fabricación controlado y en infinitamente mucho menos tiempo. Como producto, las encimeras hechas con Neolith sobresalen por tener una limpieza sumamente sencilla gracias a que los restos de residuos que en ella se depositan no pueden penetrar en el material. Incluso los productos de limpieza más agresivos, como los que utilizamos para limpiar hornos, no afectan a la superficie de Neolith. Además, resistente al calor, sartenes u ollas calientes no decoloran ni dañan su superficie. Si existe la encimera perfecta muy probablemente se llame Neolith. Un material que, más allá de la cocina, también puede ser aplicado en pavimentos, aplacados, fachadas, muebles… Una creación, no olvidemos, de una empresa española. “Al principio, el segundo y tercer año, las cosas pintaban tan mal que estuvimos tentados de abortar la misión”, se sincera Jesús Esteve. Lejos de amilanarse se crecieron ante la adversidad. “Fue entonces cuando decidimos apostar con todas sus consecuencias”. Y es que hay que tener en cuenta que se trataba de un producto tan nuevo para el mercado que hubo que hacerlo prácticamente todo desde cero. “Desde el propio producto, pasando por técnicas en trabajarlo, herramientas de corte, manejos, embalajes especiales para el transporte… Hasta la creación de clientela y convencimiento para la utilización del mismo en las distintas aplicaciones. Parte de nuestro éxito es que siempre hemos estado convencidos de la calidad de este producto, así como su gran versatilidad en multitud de usos.
Ganando estabilidad
Cuando empezaron su nueva aventura empresarial en 2010 con Neolith como productor estrella, solo producían tablas monocolores en 3 milímetros y en un formato 3600×1200. Actualmente su catálogo pasa por una rica gama cromática con diseños marmóreos, pétreos, óxidos, maderas, textiles… en formatos de, más allá del original, 3.200 x 1.500 mm y 3.200 x 1.600 mm y las dos nuevas medidas: 2.600 x 1.200 mm y 2.600 x 1.500 mm y en cuatro espesores distintos: 3mm, 6mm, 12mm y 20mm (su ligereza y grandes dimensiones hacen de éste un material perfecto para proyectos de rehabilitación pudiéndose aplicar directamente sobre la superficie ya existente, lo que permite ahorrar en costes y tiempos de manipulación) y distintos acabados (pulido, silk, satinado, riverwashed).
Fruto de un equipo sobradamente preparado que está en constante proceso de investigación de nuevas soluciones tanto en lo referente al diseño como en las aplicaciones de producto, este año también han incluido en su oferta Neolith+Pureti, un tratamiento fotocatalítico que hace que las fachadas de Neolith tengan un efecto descontaminante y autolimpiante. “Intentamos conseguir siempre mejores cotas de calidad y servicio”, afirma convencido Jesús Esteve, a lo que añade que ahora su principal objetivo es ir consolidando el crecimiento del proyecto y ganando estabilidad. Un reto altamente factible teniendo en cuenta que se trata de un empresa que ha finalizado los últimos cursos con unos ingresos que superan los 82 millones de euros. “El 2018 también esperamos un aumento significativo de las ventas”, augura el fundador y presidente de Neolith, Jesús Esteve, un empresario grande que no mayor.