La diseñadora florentina de joyas Carolina Bucci y Audemars Piguet unieron sus mentes para reinventar en 2016 el clásico e icónico modelo Royal Oak. En un claro propósito de enriquecer la tradición de la firma con técnicas de joyería, Audemars Piguet se rindió al acabado florentino que Carolina Bucci lleva usando en sus talleres durante décadas.

La diseñadora creció rodeada de joyas y joyeros, hecho que llevó a Bucci a estudiar Bellas Artes y Diseño de Joyas en Nueva York. Desde que acabó sus estudios ha trabajado con orfebres locales animándoles a ampliar los límites de sus métodos tradicionales y sus joyas. Los relojes también son su pasión, gracias en parte a su marido. “Por mi 35 cumpleaños, mi marido me regaló el reloj Royal Oak. Desde entonces es mi reloj favorito y no me lo quito porque es perfecto”. Desde ese momento, Bucci y la Manufactura de Alta Relojería dirigieron su camino hacia el mismo punto y, tras conocer los mundos de ambos y las diferencias que les unían, se embarcaron en este proyecto que, como dice la diseñadora, “comenzó de una forma muy natural y espontánea, como muchas cosas en mi vida”.

En el marco de colaboración, tanto Audemars Piguet como Carolina Bucci querían diferenciarse del halo masculino que predomina en el mundo de la relojería cuando trabajaban en la reinterpretación del icónico Royal Oak. “El encargo fue crear un reloj específico para mujer que se alejase de las típicas adaptaciones de modelos que consisten en hacerlo más pequeño, con algunos diamantes y en color rosa” cuenta la diseñadora. “Para una mujer un reloj es como una pieza más de joyería”

El cometido no era nada sencillo, pues “rediseñar un reloj icónico que durante tantas décadas ha resultado perfecto es más difícil que comenzar algo nuevo. Pero me enamoran los retos y Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”, afirma la diseñadora. Además de las complicaciones en cuanto al diseño, aplicar el brillo resplandeciente que define a este modelo también fue un desafío para los artesanos de Audemars Piguet pues debían aplicar esta técnica conocida como ‘técnica florentina’ sin alterar las líneas limpias que definen la forma del Royal Oak.

“Compartir con Audemars Piguet el respeto por el arte, por la calidad, el patrimonio y las tradiciones” fue uno de los puntos a favor para que el Royal Oak Frosted Gold sea hoy una realidad.

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

Carolina Bucci: “Audemars Piguet me permitió aumentar la sensibilidad femenina de la firma”

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