«Mira de cerca al presente que estás construyendo, porque debe parecerse al futuro con el que sueñas”. Alice Walker, en El color púrpura, tenía razón. En el vibrante escenario emprendedor español, se gesta una era definida por la sostenibilidad, entendida no como una forma maquillada de continuar lo que veníamos haciendo, sino de encontrar genuinamente ese espacio de prosperidad y futuro construido a partir de la convivencia económica, social y ambiental.
Y si vamos un paso más allá, el emprendimiento que queremos es ese que se haga cargo de los problemas sociales y ambientales que sufrimos. Ese emprendimiento que no forma parte del problema, sino de la solución. Empresas que ponen toda su innovación, capacidades y recursos para encontrar soluciones a retos que construyen un futuro, y un presente, mejor.
Podríamos hablar de desigualdad, de educación, de generar una economía circular, etc. Pero uno destaca: parar el cambio climático. Requiere primero adoptar a máxima celeridad soluciones de las que ya disponemos y sabemos que funcionan. En segunda línea, necesitamos avanzar en soluciones como el hidrógeno verde para los sectores difíciles de descarbonizar. El covid ha causado siete millones de fallecimientos y el Banco Mundial estima que el cambio climático llevará a la pobreza extrema a 130 millones de personas para 2030. No hay tiempo que perder. España tiene talento. Según el Informe GEM, un impresionante 9,4% de la población quiere emprender en los próximos tres años. Con más de 11.000 startups y 140.000 empleados en ellas, los emprendedores españoles queremos jugar nuestro papel en la partida global.
España no solo tiene talento, tiene ambición y de la sana. Véase la reciente incorporación de inversores e innovadores españoles –entre los que se encuentra Zubi Group– a la coalición de Breakthrough Energy y Cleantech for Iberia para crear el hub industrial del cleantech.
Tenemos además un aliado: la inversión de impacto. Es una fuerza imparable. A nivel global, más de 39.000 millones de dólares invertidos en 2022 según GIIN.
Soñar es necesario pero crear es imprescindible. Un camino de zigzags y montaña rusa de emociones. El puente que nos lleva de nuestro inconformismo a la acción y se sustenta sobre la energía. Emprender es plantar semillas que germinan y dan lugar a arbustos, árboles y a veces a frondosos bosques, transformando nuestra realidad y nuestro entorno.
Como país debemos acompañar a los emprendedores e innovadores que contribuyen a los retos sociales y ambientales que vivimos. Ellos deben ser los nuevos héroes que nos permitan, desde el presente, llegar al futuro que todos deseamos. Nos va en ello nuestro bienestar y el de nuestros seres queridos.
*Iker Marcaide, founder and executive chairman Zubi Group