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La sucesión en el emporio Armani

Es conocido por ser un hombre hábil y astuto para hacer negocios. Bajo su nombre se sostiene una de las firmas más relevantes en el mundo de la moda, y de más éxito comercial. En sus diseños equilibra la creatividad con las necesidades de la vida moderna: comodidad, sobriedad, y la elección de materiales exclusivos para la confección.

La línea artística de la marca se ha caracterizado por la fidelidad a sus principios, por lo que es muy codiciada por las estrellas de Hollywood que desean lucir la elegancia referencial de la casa. El imperio Armani se ha expandido por todos los rincones del mundo de la moda (alta costura, accesorios, ropa deportiva, perfumes y maquillaje), también está presente en el diseño de interiores de restaurantes y hoteles. Todo un entramado empresarial que tiene un solo propietario, Giorgio Armani.

En unas declaraciones recientes al periódico italiano Corriere della Sera, se ha atrevido a hablar de un tema tabú para él, su sucesión. El plan para su retirada pasa por transferir una parte de su imperio a su propia fundación benéfica, para evitar posibles adquisiciones de terceros o una indeseada ruptura del grupo. Sin un sucesor claro, ha destacado que cuando se retire planea seguir en activo de una forma distinta, y parece que pasa por ser la cabeza de su fundación.

Giorgio Armani señaló “que lo que he creado es un mecanismo que alentará a mis herederos a mantener la armonía y evitar que el grupo sea comprado o roto”. El diseñador no tiene hijos, pero sus sobrinas Roberta y Silvana trabajan en el grupo, y su primo Andrea Camerana es miembro de la junta directiva. Otro de los pesos importantes en la empresa es Pantaleo Dell’Orco quien encabeza las líneas para hombre y tiene un papel imprescindible en la fundación.

También destacó “que es horroroso tener que decidir marcharse, y enfrentarse a la realidad de un hombre al que le puede pasar cualquier cosa inesperada”. El plan de jubilación pasa por darle prioridad a la fundación y a sus herederos, que sólo podrán vender sus acciones a dicha fundación. La gerencia y administración del grupo se quedará al margen del accionariado.

Otro aspecto, es que ha apuntado que el sucesor no tiene por qué ser italiano. Y que su sucesión en la fundación irá a parar a tres personas, no obstante, ha querido aclarar que la fundación seguirá con el apoyo a las causas sociales y solidarias.