Start-ups

Con la innovación, la banca siempre gana

Abanca lleva siete ediciones buscando las mejores 'startups' de 'fintech', 'insurtech' y 'regtech' y ha incluido la innovación como parte de su ADN, calando en sus procesos internos y en el espíritu de sus empleados.
Eduardo Aldao, director de innovación de Abanca, retratado en Coruña para Forbes el 7 de noviembre. (Foto: Boquerón á Feira)

Hace seis años el entorno emprendedor estaba comenzando a despegar en algunas regiones de España y Abanca quiso poner su grano de arena para ofrecer oportunidades en su radio de influencia. Así, en 2016 surgía Abanca Innova, con el objetivo de constituirse en un catalizador del ecosistema innovador en el noroeste peninsular.

La firma lo define como una «herramienta de ‘Open Innovation» con la que buscan impulsar proyectos dirigidos a «revolucionar» las startups de fintech, insurtech, regtech y ciberseguridad. Su programa de aceleración, que ya lleva siete ediciones y tiene una duración de tres meses, alberga startups maduras, con un producto o servicio ya en el mercado y que se enmarquen en alguno de estos verticales.

Abanca Innova ofrece a las empresas participantes un completo paquete de apoyo destinado a dotarlas de conocimiento de gestión y recursos económicos y materiales para madurar y desarrollar su proyecto de emprendimiento. Lo hace a través de diversas acciones de formación y mentoring para ayudar a las startups a diseñar su modelo de negocio y ajustar su producto a las necesidades del mercado. Asimismo, proporciona espacios de coworking en sus instalaciones.

Además, escoge compañías que crean que «Abanca pueda ser un cliente objetivo para validarlo mediante una pequeña prueba de concepto. Lo que ofrecemos es un marco ágil para la realización de estos pilotos sin que suponga un esfuerzo y dedicación excesiva para la startup«, explica Eduardo Aldao, director de innovación de Abanca. Precisamente, la ventaja diferencial del programa Abanca Innova es que permite lanzar en menos de un mes la prueba piloto con aquellas startups con las que colaboran.

Algunas de las empresas emergentes que han impulsado hasta ahora son Senseizero (ganadora del primer programa), Ironchip (dedicada a la detección de fraude), Councilbox (validación legal de reuniones en remoto), Reatia (con una solución de valoración inmobiliaria) o The Logic Value (orientada al reporting normativo de inversiones sostenibles).

De la fase inicial a la de mercado

El responsable reconoce que su iniciativa ha ido evolucionando, aplicando el principio básico del framework Lean Startup, para aprender en cada interación. Así el programa original se constituyó como algo más tradicional, donde ofrecían apoyo a startups en un estado muy inicial para desarrollar su negocio.

«Pronto vimos que no era la mejor manera de ayudar a los emprendedores y que nuestro papel sería mucho más valioso para ellos si nos convertíamos en lo que nos demandaban: ser sus primeros clientes de referencia», cuenta el directivo.

Más allá de sus áreas de negocio tradicionales, Abanca también está interesada en encontrar aliados para la mejora de sus procesos comerciales y de producto. En estas áreas pueden encajarles otras propuestas alejadas de los verticales mencionados, como avatares digitales, optimización de procesos, extracción inteligente, etc.

La compañía cuenta con un acuerdo con Lanzadera, la acele- radora e incubadora de startups de Juan Roig. Esta le ayuda «alimentando el dealflow» de empresas emergentes que entran en su radar, filtrando aquellas empresas de su portfolio con soluciones que puedan resultar de valor para la entidad financiera.

Con la pandemia la organización percibe que se han disparado todas las herramientas de relación online, lo cual «abre el abanico de posibilidades de colaborar con startups de toda España y de todo el mundo. El emprendimiento ha madurado y se van cerrando círculos».

El responsable de Innovación de Abanca reconoce que conjugar las disrupciones tecnológicas con un sector como el bancario tiene su miga. «Estamos entre el caso más evidente de la analogía del elefante y las gacelas. Una entidad como Abanca, con un tamaño importante, muy regulada y con unos procesos muy bien definidos, no tiene nada fácil la capacidad de reacción a los cambios en el mercado que los tiempos que vivimos demanda.

Abanca también cuenta con un programa de intraemprendimiento, con el que pretende «plantar la semillita de la innovación en todos los estratos de la entidad». Los trabajadores del banco son los que proponen ideas o productos que pueden desarrollarse y usarse a nivel general dentro de la organización. De aquí han salido herramientas como ACalendar, un servicio en su banca electrónica para empresas como calendario de vencimientos de crédito.

Aldao reconoce que les gusta fijarse en casos de éxito en la industria y se basaron en la experiencia de Adobe usando su metodología abierta Kickbox, que poco a poco fueron adaptando a una metodología propia.

El objetivo es continuar este programa en el tiempo. El responsable de innovación cuenta que están comprobando cómo se suman nuevos participantes, pero también empleados que ya intervinieron en los programas de años anteriores y que quieren aportar nuevas ideas. «El mayor reconocimiento para un intraemprendedor es ver su idea trasladada a un servicio o producto en producción», subraya.

Abanca Innova mira hacia el futuro sin dejar de mirar hacia
el cliente
, con el firme propósito de seguir fomentando el espíritu innovador dentro de la entidad y abrazar propuestas disruptivas que puedan jugar un papel importante tanto en el mercado como en la experiencia de usuario.

Artículos relacionados