El fenómeno ‘solopreneur’ ha irrumpido en el ecosistema del emprendimento en nuestro país. ¿Fue su caso?
Yo no fui solopreneur. Es un término que comienza en EEUU y pretende reflejar lo que nosotros llamamos autónomo 3.0, con alta cualificación, que arranca solo y en el mundo digital, donde es relativamente fácil iniciar un proyecto sin equipo, sin socios. Yo soy una emprendedora muy atípica. Empecé en 1978 sumándome a dos magníficas ideas, sabiendo que no me iban a aburrir.
¿Qué compañeros de batalla tuvo en los primeros años del South Summit, tal y como lo conocemos hoy?
Empezamos como Spain Startup en 2012, en medio de una crisis tremenda en la que todos aprendimos lo que era la prima de riesgo, pero me atrevería a decir que en realidad, arrancamos antes, lo hicimos en 2010, al identificar que el mundo estaba cambiando a una velocidad de vértigo y la innovación se estaba convirtiendo en la palabra mágica de las corporaciones, que necesitaban identificar socios para atraer nuevos proyectos y servicios de cara a responder al ritmo del mercado. Juanjo Güemes, vicepresidente económico de IE University y presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE Business School, fue mi compañero de viaje desde el primer momento y a lo largo de todos estos años.
A menudo, destaca la palabra ‘colaboración’ como un elemento fundamental para la consecución de éxitos empresariales.
La colaboración es clave, porque este no es un mundo de llaneros solitarios. Lo vemos en todo el ecosistema, que son todos los actores económicos. Se da entre las startups y las corporaciones, sin olvidar que la colaboración público-privada es cada vez más necesaria y más real, porque es complementario lo que cada una de las partes aporta y de esta colaboración es de donde se va a sacar el máximo beneficio para todos.
La Ley de Startups es un paso importante para el ecosistema, ¿qué le parece?
Lo que a mí me ha encantado en este proceso, hasta aprobarse la ley, es que es una norma de todos, hecha con todos los actores, no una la ley de un gobierno. Es pasar de la noche al día. Hasta este momento, las facilidades para crear una startup y apoyar su crecimiento a nivel competitivo e internacional eran prácticamente nulas. Sin embargo, con esta nueva ley, el impulso que se da es impresionante, porque las startups no son las únicas beneficiadas. No olvidemos que somos el cuarto país europeo por número de startups.
Con la capacidad innovadora con la que contamos, la ley va a apoyar el desarrollo de nuestra economía. Una de las partes destacadas más interesantes es
la fiscalidad de las stock options, que facilita que tú puedas contratar al mejor equipo y que puedas competir con los grandes en la proyección que tengas.
…más de 3.600 proyectos inscritos a la Startup Competition de la última edición. ¿Ha peligrado South Summit o su celebración, en algún momento?
Nacimos con una vocación claramente global, claramente internacional. Creemos en un mundo sin fronteras y estamos muy contentos de la evolución. Sin embargo, 2016 fue un año complicado. Tuvimos un problema importante y nos planteamos el futuro de South Summit, pero con el apoyo y el empuje de la gente y darnos cuentas del valor que ofrecía y ofrece nuestra plataforma, como uno de los puntos de encuentro más valiosos del ecosistema a la hora de aportar oportunidades, tuvimos claro que había que seguir.
¿Cabe la posibilidad de que pueda celebrarse fuera de Madrid, en un futuro?
South Summit nace en Madrid y siempre seremos Madrid. Llevaremos la capital a todas partes y la conectaremos con muy diferentes regiones. South Summit, además, conectará España, a través de Madrid, con otras ediciones por todo el planeta, con la riqueza que este intercambio aporta a todo el ecosistema. Lo que ha quedado demostrado es que a través de South Summit viene muchísima inversión. Por ejemplo, de los 4.300 millones que se invirtieron en las startups españolas en 2021, 2.500 vinieron a Madrid.
La evolución de Madrid como hub de emprendimiento ha sido crucial. En 2012, España no estaba en el mapa global y, por supuesto, Madrid no se conocía en materia de emprendimiento. Ahora es una gran capital de la innovación, con una potencia tremenda.
Esos ‘road-shows’ del South Summit por otros países, como Argentina, México, Colombia… ayudan, imagino.
La calidad en cuanto al desarrollo de las startups que estamos viviendo en España es alucinante y eso que el 75% de los proyectos que se postulan a nuestra competición proceden del exterior y representan a más de 167 países. Esto es una tendencia que ya no tiene vuelta atrás. Aunque el mayor porcentaje de los proyectos son extranjeros, los que obtienen mayor beneficio y son más atractivos para la inversión internacional son los españoles. Es decir,
de toda la inversión que reciben las startups finalistas, más de la mitad llega a las españolas.
¿Qué novedades vienen con ese nuevo lema: Today2030?
+Pese a la situación económica y geopolítica que estamos viviendo, estamos convencidos de que vamos a un 2030 mejor. La competición ya ha comenzado y esperamos contar con las startups más potentes de todo el mundo. En los últimos años por South Summit han pasado seis de los ocho unicornios españoles. Me siento orgullosísima de que Cabify, Glovo, Factorial, Jobandtalent, Debo y Wallbox sean parte de nuestra familia.