“No hay plazos, mi madre continuará al frente durante el tiempo que se requiera para hacer una transición ordenada. Hemos seguido con la misma línea de trabajo, trato y cuidado al paciente, creo que es lo que nos distingue, el buen hacer”.
La proliferación de clínicas low cost que ha traído la crisis es afrontada por Ana de Urzaiz como una oportunidad singular: “Mediante campañas de marketing en medios han incrementado la demanda y la concienciación de la gente respecto a la salud dental y esto repercute también en clínicas como la nuestra”.
No consideramos que estas cadenas sean competencia. Su modelo de negocio y atención al paciente son claramente diferentes al nuestro y estamos seguros de que hay mercado y hueco para todos”. La cuestión, en el fondo, está en extender una cultura de salud dental, como algo realmente imprescindible.
La fidelización no se improvisa, y eso es algo que la doctora de Urzaiz ha sabido asimilar: “Nos distinguimos por el equipo de médicos estomatólogos y odontólogos y por el trato y preocupación por nuestros pacientes (nunca clientes).
Nuestro trabajo se basa en la calidad asistencial, profesionalidad y la buena praxis”. Sus esfuerzos, entre otras acciones y proyectos, se centraran en hacer que esos pacientes sigan recomendándoles. “Para ello continuaremos invirtiendo en tecnología, formación, materiales, ultimas técnicas, etc. Esta es nuestra mejor carta de presentación”