Era 2012, el equipo de fútbol Real Oviedo atravesaba graves dificultades económicas y corría el riesgo de quiebra, y un joven activista, Mamdani, actual alcalde de Nueva York, tuiteó lo siguiente: «Acabo de comprar una acción, ¿posiblemente el primer accionista de Oviedo con sede en Maine?».
En estas horas, el nombre de Zohran Mamdani recorre porque con solo 34 años, se convirtió en el nuevo alcalde de Nueva York. Progresista y de discurso combativo, su ascenso político ha sorprendido incluso en su propio país. Pero en Oviedo, lo que más ha llamado la atención no es su ideología, sino un detalle que lo conecta directamente con el Tartiere: el nuevo alcalde de la Gran Manzana es accionista del Real Oviedo.
La historia se remonta a noviembre de 2012, cuando el club azul vivía una de las semanas más cruciales de su historia. A punto de desaparecer, el Real Oviedo lanzó una ampliación de capital que se convirtió en un fenómeno global. Miles de aficionados, desde Asturias hasta Australia, acudieron a la llamada. Entre ellos, un joven estudiante residente en Maine que por entonces apenas era conocido fuera de su barrio: Zohran Mamdani.
Su tuit acompañado del hashtag #SOSRealOviedo, resumía el espíritu de aquella campaña: un club humilde que logró unir a miles de corazones dispersos por el planeta. Cada acción costaba 10,75 euros. Mamdani compró una. No hacía falta más para ser parte del milagro.
12 años después, aquel gesto ha resurgido como una anécdota simbólica y entrañable. Mientras los analistas políticos debaten sobre el impacto del nuevo alcalde, los oviedistas pueden celebran el recuerdo de aquel día en que el mundo se vistió de azul. Mamdani fue uno más en la legión de accionistas que, junto a nombres como Fernando Alonso o Carlos Slim, ayudaron a evitar la desaparición del club.
En ese caso, y con el respeto debido al nuevo alcalde, la historia es … la de un club, el Real Oviedo, que se salvó gracias al mundo.
Hoy en día, el Real Oviedo es una entidad consolidada y con una gestión estable, respaldada por el Grupo Pachuca, propietario mayoritario desde 2022. El club, presidido por Martín Peláez, ha recuperado ambición deportiva y solvencia económica.
