En el fútbol, las dificultades financieras son un fenómeno bastante común, ya que muchos clubes, para competir al más alto nivel, acumulan enormes deudas. Los gastos en fichajes, los sueldos de los jugadores y los altos costos de gestión pueden poner en dificultades incluso a los clubes más históricos y prestigiosos. La gestión financiera irresponsable es una de las principales causas de la quiebra de muchos equipos, con algunos de ellos que terminan declarando bancarrota o sufriendo penalizaciones severas, como en el caso de las series inferiores.
La llegada de propietarios multimillonarios de todos los continentes cambió el equilibrio de poder y la forma de hacer negocios de los clubes. Sin embargo, no ha cambiado la situación de endeudamiento a la que se han visto sometidos muchos clubes a lo largo de los años. Los presidentes de los clubes italianos solían ser hombres de negocios que utilizaban sus clubes como herramienta de relaciones públicas para perseguir intereses locales, como Berlusconi en el AC Milan. En cambio, los nuevos propietarios del fútbol internacional tienen objetivos y metodologías globales. En la actualidad, siete clubes de la Serie A incluidos el Milan y el Inter, pertenecen a propietarios extranjeros, cinco de Estados Unidos, uno de Canadá y otro de China.
Según el análisis de Calcio & Finanza a 30 de junio de 2024, la situación económica de los clubes italianos sigue siendo crítica. La deuda total de la Serie A asciende a 4.600 millones de euros; el Inter se confirma como el equipo con mayor carga, con una deuda bruta de 734,8 millones de euros. Juventus y Roma le siguen de cerca, con 639 y 636,3 millones respectivamente. El A.C. Milan, aunque lejos de los tres primeros, afronta dificultades con una deuda de 324,1 millones.
El Nápoles, a pesar de una deuda de 242,5 millones, puede contar con una tesorería de 210 millones, lo que garantiza una estabilidad económica poco frecuente en el fútbol de la Serie A, pero más en general en el fútbol europeo.
Sin embargo, Aurelio De Laurentiis, presidente de la Società Calcio Napoli ha demostrado que es posible combinar el éxito deportivo con una solidez económica, evitando los peligros derivados de una exposición excesiva a deudas. Su modelo de negocio, basado en una gestión prudente y sostenible, ha permitido que el Nápoles resurgiera de las dificultades económicas y volviera a estar entre los mejores clubes italianos y europeos, sin recurrir al riesgo de endeudarse de manera insostenible.
El renacer del Nápoles: una historia de éxito
Cuando De Laurentiis adquirió el club por una cifra que rondaba los 31 millones de euros, el Nápoles luchaba por ascender de la Serie C1 a la Serie A. El empresario romano, inmediatamente después de la compra, dejó claro cuáles eran sus intenciones: «quiero llevar al Nápoles a lo más alto, con una gestión seria, sana y responsable». Un enfoque que ha demostrado ser exitoso. Al año siguiente, el equipo obtuvo el ascenso a la Serie B y luego llegó a la Serie A en 2007, marcando el regreso a la máxima categoría después de un largo período de ausencia. Con una población de 2.959.700 habitantes, es la tercera ciudad metropolitana más poblada del país después de Roma y Milán. El hecho de que el Nápoles calcio lleve varios años ausente de la máxima división del campeonato italiano era tan grave como extraño, famosa por su loca pasión por el fútbol y el calor de su gente.

Un modelo de negocio equilibrado y sostenible
El éxito de De Laurentiis no solo ha dependido de los aspectos deportivos, sino también de una gestión económica muy cuidadosa. A diferencia de otros presidentes de clubes, que a menudo recurren a grandes inversiones y endeudamientos, De Laurentiis optó por adoptar un modelo de negocio prudente y sostenible. El Nápoles ha intentado siempre mantener las cuentas en orden, con balances positivos y una gestión sana de los recursos.
En 2020, por ejemplo, el ingreso del Nápoles rondaba los 200 millones de euros, una cifra que refleja el importante crecimiento económico del club gracias a la participación en la Champions League y a los ingresos por derechos televisivos. Además, el club ha visto un notable aumento en sus ingresos a través de patrocinios y merchandising, que también han crecido gracias a la visibilidad internacional.
Un aspecto clave de su enfoque ha sido el mercado de plusvalías. De Laurentiis ha sabido adquirir jóvenes talentos a bajo costo, valorizarlos y posteriormente venderlos a precios mucho más altos. Jugadores como Gonzalo Higuaín (ex Real Madrid), comprado en 2013 por unos 40 millones de euros y vendido en 2016 a la Juventus por unos 90 millones de euros, son ejemplos tangibles de este enfoque exitoso. Lo mismo ocurre con Jorginho, comprado por unos 8 millones de euros y vendido al Chelsea por unos 57 millones de euros en 2018. Estas operaciones han permitido al Nápoles generar ganancias significativas, contribuyendo a la estabilidad financiera del club.
Según los estudios realizados por Calcio e Finanza: «en 20 años de gestión, el Nápoles de Aurelio De Laurentiis ha generado unos ingresos totales de más de 3.500 millones de euros, de los cuales casi 700 millones proceden de plusvalías por cesiones. Desde 2009, la facturación del club ha superado por primera vez los 100 millones de euros, registrando un crecimiento constante».
Un Nápoles cada vez más competitivo en Italia y en Europa
El Nápoles bajo la dirección de De Laurentiis ha experimentado un crecimiento constante también en el plano deportivo. El club ha sido frecuente protagonista en la lucha por el título de campeón de Italia, con algunos campeonatos en los que ha competido al nivel de los grandes clubes del fútbol italiano. En 2017, por ejemplo, el Nápoles terminó en segundo lugar en la Serie A, a solo 4 puntos de la Juventus, un resultado que demostró el alto nivel del equipo.
A nivel europeo, el equipo también ha superado con frecuencia la fase de grupos de la Champions League, consolidando su posición entre los mejores equipos del continente. En 2020-2021, por ejemplo, el Nápoles generó alrededor de 50 millones de euros por los derechos de televisión derivados de su participación en la Champions League, mientras que en 2019 los ingresos por competiciones internacionales alcanzaron los 70 millones de euros. Esto ha llevado a un aumento significativo de los ingresos por derechos televisivos y patrocinios, lo que ha reforzado aún más la posición financiera del club.
A lo largo de los años, el Nápoles se ha convertido en uno de los clubes más fuertes y respetados de Italia, hasta ganar el campeonado después de 33 años, la ultima vez fue con Diego Armando Maradona. La gestión de De Laurentiis ha permitido al club no solo ascender de la Serie C1 a la Champions League, sino también consolidar una posición de relevancia en la máxima categoría, siempre con la mirada puesta en la sostenibilidad financiera.

En fin: el modelo de negocio de Aurelio De Laurentiis se confirma virtuoso por su capacidad para combinar los objetivos deportivos con una gestión económica responsable. A pesar de no contar con los grandes fichajes y los gastos extravagantes de otros clubes, De Laurentiis ha logrado construir un equipo competitivo y sólido, manteniendo al club en una situación financiera próspera. Su gestión ha representado una verdadera revolución en el fútbol italiano.