España sigue avanzando con paso decidido hacia la electromovilidad. Según el último Barómetro de Electromovilidad de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la red pública de recarga de vehículos eléctricos ya ha superado los 52.000 puntos operativos, consolidando al país como un referente en el desarrollo de infraestructura de carga.
Durante el tercer trimestre de 2025, la red creció un 8,8%, con la instalación de 4.215 nuevos puntos de recarga de acceso público. Este ritmo de crecimiento supone uno de los aumentos más importantes desde que se inició el seguimiento del Barómetro en 2020, y coloca a España por delante de todos los puntos añadidos durante 2024.
Hacia una red más rápida y eficiente
El desarrollo de carga rápida también muestra resultados muy positivos. Actualmente, España cuenta con 5.119 puntos rápidos (a partir de 150 kW), lo que representa un incremento del 17% en este trimestre, con 740 nuevas estaciones operativas. De estos, 463 puntos ofrecen entre 150 kW y 250 kW, y 277 superan los 250 kW, permitiendo tiempos de carga mucho más reducidos y facilitando viajes de media y larga distancia.
La expansión de la carga rápida es clave, especialmente para el transporte de mercancías, ya que los camiones eléctricos necesitan puntos con mayor potencia y adaptaciones especiales en cables y tensiones de salida. Este crecimiento posiciona a España como un país preparado para afrontar los desafíos de la movilidad eléctrica a gran escala.
España se acerca a la media europea
El barómetro indica que el indicador global de electromovilidad alcanza los 21,2 puntos, 2,5 más que en el trimestre anterior, con una destacada contribución de los vehículos electrificados, que avanzaron 3,9 puntos. Estos datos muestran cómo España comienza a cerrar la distancia con la media europea, mientras que Noruega, Países Bajos y Alemania continúan liderando en infraestructura y penetración de vehículos eléctricos.
Perspectivas de futuro
Para Anfac, los resultados son “muy positivos”. José López-Tafall, director general de la asociación, destaca que mantener este ritmo de crecimiento es esencial para que España pueda convertirse en un hub de electromovilidad y recuperar terreno frente a otros países europeos. Además, recalca la importancia de planes estables y duraderos que incentiven tanto a los consumidores como a las empresas a apostar por la movilidad eléctrica.
España demuestra que la transición hacia la movilidad sostenible es una realidad tangible, con pasos firmes hacia un futuro más limpio y eficiente.
