Sostenibilidad

El futuro está en los tejados

Con una trayectoria de más de 15 años, SolarProfit ofrece soluciones integrales de autoconsumo fotovoltaico adaptadas a las necesidades de cada persona o empresa para pisar el acelerador de la transición energética.

Si a los españoles les dieran la oportunidad de instalar placas solares de forma sencilla sobre sus tejados, ocho de cada diez se lanzarían a la piscina sin dudarlo. Especialmente si es para enfrentarse a este verano, que llegará más caluroso de lo normal. Así lo demuestra la investigación liderada por la consultora Telling Insights sobre la percepción del consumo fotovoltaico en España, donde destaca una motivación común para dar el salto al consumo solar de forma independiente: el gran ahorro que significa en la factura de la luz.

La situación del mercado energético, ya de por sí lacerante —en este último año, los precios de la energía eléctrica han marcado récords históricos, pasando de un precio medio de 40,4 €/MWh en 2020 a 212,3 €/MWh en los primeros meses de 2022—, sumada a la crisis ambiental invita a apostar por otro tipo de energía, una más verde y, por ende, más justa con nuestros bolsillos. Al fin y al cabo, eso es de lo que se trata la sostenibilidad: reducir nuestro impacto en el planeta a la vez que construimos comunidades más justas y resilientes.

La forma más eficiente de hacerlo es a través del autoconsumo solar, una de las alternativas más asequibles a la hora de utilizar la energía en nuestros hogares más responsablemente. En España tenemos la oportunidad de oro: el país más soleado de Europa puede ayudarnos a desvincularnos de las emisiones y las fluctuaciones del mercado, ya que, una vez sobre nuestros tejados, las placas solares pueden soportar hasta el 80% del consumo diario de un hogar medio, permitiendo un ahorro de 800 euros al año una vez amortizadas.

Así lo percibe Solar Profit, la compañía pionera y líder en instalación de placas solares con una sólida experiencia de más de 15 años apostando por la energía solar fotovoltaica y el autoconsumo. Sus fundadores, Roger Fernández y Oscar Gómez, dos jóvenes que se conocieron en el instituto, decidieron apostar por la energía solar en 2007 ofreciendo apoyo en la planificación y compra de proyectos fotovoltaicos. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, vieron cómo la preocupación por el bienestar medioambiental y social no era exclusiva de los grandes proyectos; también del resto de empresas, y sobre todo, de los ciudadanos de a pie, cada vez más preocupados por ahorrar y abandonar los combustibles fósiles.

En 2015, el mismo año en el que se oficializaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Solar Profit abrió la puerta al resto de agentes sociales para que también pudiesen formar parte de la revolución energética diseñando proyectos de autoconsumo a medida. Como ese anillo que encaja perfectamente en un solo dedo, la compañía ha sido capaz de dar a quien así lo quiera la oportunidad de instalar placas solares, sin importar el tamaño del tejado o la intensidad del consumo.

De hecho, es la propia empresa la que se encarga de todos los aspectos relativos a la instalación de las placas solares fotovoltaicas, además de la gestión de los permisos necesarios e incluso de posibles subvenciones. Siempre hay una solución accesible, integral e innovadora para acelerar la transformación del modelo de consumo.

De Llinars de Vallès al BME Growth

«SolarProfit nació de creer en la energía solar como la energía del futuro», explican los fundadores de la empresa. «En España existe un creciente interés por sumarse a la transición energética con la energía solar».  Esa apuesta de valor diferencial que busca democratizar el acceso al autoconsumo solar ha sido clave para llevar a esta compañía a convertirse en la mayor del sector y añadir a su cartera a otras compañías de renombre que buscan descarbonizar sus cadenas de suministro, como Lidl, Mahou, Reig Jofre, Novartis o Nissan, entre otras.

Nacida en Llinars de Vallès (Barcelona), Solar Profit encabeza el ranking del sector en España con un volumen de negocio acumulado de más de 50 millones de euros, exclusivamente en proyectos de autoconsumo. Lo que no solo le ha llevado a duplicar en 2021 la facturación de 2020, alcanzando los 39 millones de euros, sino que en 2021 le mereció el debút en el BME Growth, con un valor de 184 millones de euros. Este es un mercado clave para las pequeñas y medianas empresas que buscan expandirse.

Y SolarProfit, precisamente, va camino de ser la empresa de autoconsumo más grande de España: con más de 1.000 empleados en la plantilla actual, la compañía ya es líder en el mercado fotovoltaico con una cuota nacional del 13% (iniciando su actividad en 2020), siendo Cataluña el área comercial de mayor penetración, con una cuota del 40% (y un 22% solo en términos residenciales). Para 2024, pretende sumar más de 65.000 instalaciones en el ámbito residencial y alcanzar los 100 MW de potencia acumulada industrial.

En términos medioambientales, la compañía fotovoltaica ha permitido evitar la emisión a la atmósfera de miles de toneladas de dióxido de carbono. Y es que, si una instalación típica de placas solares en una vivienda evita casi una tonelada de CO2 al año, los números son especialmente optimistas si se calculan para las más de 5.000 instalaciones realizadas desde el nacimiento de SolarProfit. Y 2022 solo muestra tendencias al alza gracias, en parte, a las ayudas y las subvenciones impulsadas por el Gobierno. Todo suma para alimentar este clima social en el que se respiran ansias de cambio.

¿Hacia dónde nos dirigimos? Según calcula la Unión Española Fotovoltaica, en España se instalaron 1.203 megavatios de autoconsumo durante el 2021. Un 101,8% más respecto al 2020. Además, a finales del año pasado, el Gobierno de España hizo pública la llamada Hoja de Ruta del Autoconsumo, que recoge 37 medidas de sensibilización, formación y divulgación con «el fin de mejorar la aceptación del autoconsumo». Si seguimos la línea roja marcada en este mapa, el autoconsumo podría conducir a nuestro país hasta los 13.000 megavatios en 2030, una cifra que España está más que acostumbrada a alcanzar en capacidad solar. Ahora queda ponerla sobre nuestros tejados.

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