Los pequeños gestos también pueden cambiar el mundo y Alfonso Pascual, Director de Sostenibilidad de ENGIE España, considera que “los hábitos individuales de nuestro día a día pueden contribuir a frenar el cambio climático”. El reciclaje, la reutilización de envases, el ahorro de agua o el control de la temperatura en el hogar “son rutinas sencillas que suman” y en “casa somos muy conscientes del consumo energético y hacemos hincapié en ser eficientes, utilizando bombillas LED o procurando mantener la temperatura ideal de 20º en invierno y 26º en verano”. Fuera del hogar, reconoce que lo que más esfuerzo le supone es la movilidad sostenible, porque “renunciar a la comodidad de viajar en avión o utilizar más el transporte público frente al vehículo particular son dos temas en los que seguro puedo mejorar”.
“A nivel global, gobiernos, empresas y ciudadanos debemos luchar unidos contra el cambio climático”, opina. Una lucha en la que ENGIE “lleva inmersa mucho tiempo, con una apuesta clara y decidida por la descarbonización”. En su opinión, “es imprescindible que las compañías de todos los sectores integren el nuevo paradigma de la eficiencia y de la transición energética en sus planes estratégicos con objetivos concretos y medibles”, ya que “no podemos construir un futuro si éste no es sostenible y no genera bienestar para la mayor parte de la humanidad”.
Hacia los negocios renovables
La estrategia de ENGIE “pasa por orientarse hacia negocios renovables, de redes de gas y de activos industriales relacionados con la energía” y para ello contribuyen a cumplir los ODS de las Naciones Unidas para 2030. Su apuesta “firme y decidida por un futuro más sostenible, más limpio en carbono, menos contaminante y más verde toma aún más valor en la coyuntura actual”, ya que se posiciona como una compañía que “basa su rentabilidad en que se consuma menos pero mejor energía y en que sus clientes avancen en el camino de la descarbonización a través de todas las soluciones tecnológicas industriales que se puedan proponer”.
La pandemia, recalca Alfonso, “ha sido un acelerador en términos de concienciación sobre el desafío monumental del cambio climático y la necesidad y voluntad mayoritaria de afrontarlo juntos”. En su opinión, “no hay viabilidad de las empresas sin sostenibilidad”, ya que “es imprescindible que las compañías integren el nuevo paradigma de la eficiencia y de la transición energética en sus planes estratégicos, con objetivos concretos y medibles”. Es un “gran reto”, pero “hay motivos para el optimismo, no sólo en el sector industrial, sino en muchos otros, como el financiero o retail, que están hoy en día diseñando planes de sostenibilidad con compromisos concretos”.