Aunque ningún sector ha escapado del efecto coronavirus, y la industria de la automoción se ha visto muy castigada por las restricciones a la movilidad, el renting ha sido una actividad poco perjudicada por la pandemia. El sector, aunque a un ritmo más lento de lo que venía siendo, se ha consolidado en 2020. A pesar de la caída general de las matriculaciones, el parque de vehículos de renting creció un 4,46% el pasado año, alcanzando las 743.388 unidades. Unas cifras que, previsiblemente, seguirán aumentando en 2021.
Teniendo en cuenta que el concepto de propiedad ha cambiado y que nos inclinamos más por la usabilidad del vehículo, el renting encaja a la perfección en la nueva forma de entender la movilidad. Esto, junto a la flexibilidad que ofrecen las compañías de renting, más aún desde el inicio de la pandemia, ha despertado un mayor interés por esta fórmula de adquisición de vehículos en todos los ámbitos. Fórmulas como ReDrive, un servicio de ALD Automotive enfocado al renting para particulares en el mercado de coches seminuevos, van a ser decisivas en el camino que escojan el renting y la movilidad de cara a los próximos años.
Precisamente, el mercado de particulares es clave en el potencial que tiene el renting en el nuevo escenario. El acceso a vehículos nuevos, con tecnología punta y mayor seguridad sin la necesidad de realizar un gran desembolso económico, se antoja muy atractivo. Prueba de ello es que, a pesar del frenazo económico propiciado por la COVID-19, casi el 10% de las matriculaciones de la flota de ALD Automotive en 2020 han sido para ellos; un porcentaje muy significativo teniendo en cuenta el contexto social y las restricciones a la movilidad.
Si a la buena aceptación del renting entre este tipo de clientes y a la consolidación del sector en el mundo empresarial le añadimos el compromiso de las flotas con la sostenibilidad ambiental, el sector ya tiene establecida la senda para este nuevo contexto. En este sentido, ALD va a impulsar el cambio hacia vehículos de bajas emisiones: nuestro Plan MOVE 2025 prevé que de aquí a cuatro años los vehículos eléctricos supongan un 30% de sus entregas de automóviles nuevos; una cifra que ascenderá al 50% en 2030.
Pero el cambio de tendencia ya es un hecho. La apuesta del renting por las energías limpias es responsable de que, según datos de la AER, la flota del sector emita tres gramos de CO2 menos que el resto del mercado de automóviles. Por ello, en ALD, con nuestro plan estratégico, esperamos que las emisiones medias de CO2 por vehículo para los nuevos contratos en 2025 sean al menos un 40% inferiores a las de 2019.
Esta capacidad de adaptación del renting a la nueva realidad, con un modelo de negocio a la vanguardia tecnológica y medioambiental, y adaptado a la situación de crisis económica surgida a raíz de la pandemia, van a propiciar que este 2021 la industria retome el pulso la actividad que quedó en stand by a principios de 2020.
Pedro Malla, Director General de ALD Automotive España (ALD)