Perder un trabajo es un evento estresante y ansioso. Recientemente, la atención se ha centrado en los miles de empleados federales que fueron separados de su nómina. Detrás de cada despido, hay una persona que lidia con una vida desarraigada. Perder un trabajo no es solo la desaparición de un sueldo. Es una tormenta que pone a prueba la resiliencia emocional, la estabilidad financiera y la autoestima. El impacto emocional de perder un trabajo a menudo refleja las etapas del duelo, como las describe Kubler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
La conmoción y la incredulidad son reacciones iniciales comunes, seguidas de ira dirigida hacia los empleadores o hacia uno mismo. El duelo surge cuando las personas lamentan la pérdida de la rutina, el propósito y las relaciones profesionales, lo que puede generar sentimientos de tristeza y desesperación. Estudios han demostrado que el desempleo se correlaciona con tasas más altas de depresión y trastornos de ansiedad. Entre el 70 % y el 90 % de las personas desempleadas experimentan graves problemas de salud mental, incluyendo sentimientos de baja autoestima, según los CDC.
Lo que sucede
El despido cae, y la primera ola es de conmoción. Hay incredulidad ante la posibilidad de que un puesto en el que confiabas pueda desaparecer. «Puse todo mi corazón en ese puesto», podría susurrar un trabajador, dolido por la lealtad no correspondida. A continuación, surge la ira, centrada en ejecutivos anónimos, una economía tambaleante o incluso en ti mismo. Luego vienen el dolor y el estrés.
A medida que pasan las semanas, la tristeza puede convertirse en desesperación, ensombrecida por la vergüenza. Algunos creen que el desempleo es sinónimo de fracaso. Ahora deben concentrarse en pagar las cuentas. Para muchos estadounidenses que viven al día, no hay colchón que amortigüe la caída. La indemnización por despido, cuando se ofrece, puede no ser suficiente si atraviesan momentos difíciles.
Lamentablemente, según el reciente informe de empleo de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el número de desempleados de larga duración (aquellos que llevan 27 semanas o más sin trabajo) alcanzó los 1,5 millones en marzo. Estos desempleados representaron el 21,3 % del total de desempleados. Mientras tanto, puede inscribirse y pagar COBRA , que ofrece una continuación temporal de la cobertura de su seguro médico patrocinado por el empleador.
Pérdida de identidad, miedo a lo desconocido: Sombras del mañana
Los trabajadores hablan de sentirse perdidos, como si su lugar en el mundo se desvaneciera con su puesto. La autoestima se resiente. Cuanto más se alarga la búsqueda de empleo, más dudas surgen. «¿Sigo siendo valioso?». Extrañarás a las personas con las que trabajaste, incluso a las más molestas.
El trabajo se entrelaza con quienes somos: «Soy mecánico», «Soy enfermero», «Soy diseñador». Un despido corta el vínculo, dejándote sin ataduras. Tras años, o décadas, de enorgullecerte de un oficio o equipo, el silencio repentino es ensordecedor.
Prepárate. Las cosas han cambiado rápidamente. La automatización y la IA están transformando las industrias. Los trabajadores mayores se preocupan por los prejuicios que los marginan por su edad. Cada solicitud sin respuesta alimenta una preocupación persistente: «¿Mis habilidades están desactualizadas? ¿Soy inempleable?». El estrés enturbia la búsqueda de empleo , prolongando la experiencia y alimentando aún más la preocupación.
Qué debes hacer ahora
Es muy fácil caer en la desesperación si pierdes tu trabajo. Experimentarás ira, miedo, ansiedad, preocupación y resentimiento. Esta mentalidad es autodestructiva. Invadirá todos los aspectos de tu vida y erosionará tu confianza en ti mismo. Minará tu motivación y empuje. Es difícil, pero necesitas detener los pensamientos negativos.
En lugar de guardarte en secreto la pérdida de tu trabajo, es fundamental que aproveches las redes sociales, como LinkedIn y TikTok, para informar a los demás de que necesitas ayuda para conseguir una nueva oportunidad. Para tener éxito en tu búsqueda de empleo y progresar en tu carrera, debes rodearte de un equipo que te ayude a alcanzar tus sueños y aspiraciones. En lugar de hacerlo solo, busca reclutadores cualificados, un coach de carrera, un redactor de currículums, un mentor o un patrocinador.
Desempolva tu currículum, perfecciona tu perfil de LinkedIn. Encuentra un trabajo puente. Se trata de un puesto de transición a corto plazo. Estos trabajos temporales son una ventaja mientras esperas retomar tu carrera profesional. Los trabajos puente también se consideran un trampolín para quienes buscan cambiar de carrera. Pueden ser a tiempo parcial, completo, por contrato o freelance, y suelen ofrecer mayor flexibilidad. Puedes aprovechar este tiempo para decidir qué quieres hacer a continuación.
Al dejar un puesto, maneje los aspectos prácticos con cuidado, revise las condiciones de la indemnización y considere asesoría legal si su compensación es compleja. En las entrevistas de salida, resista la tentación de desahogarse. Siempre sea positivo y profesional, y mantenga las relaciones que podrían generar futuras oportunidades.