La creación de valor para los accionistas en bolsa, la capacidad para levantar nuevos fondos en los mercados o las políticas de diversificación de la actividad son algunos de los criterios fundamentales que se han tenido en cuenta. En un ejercicio marcado nuevamente por los ajustes y las políticas de reestructuración, también se han valorado las estrategias de recursos humanos y de reducción del endeudamiento.