Lourdes Fernández, Curadora de Arte de Forbes House
Ha fallecido el gran arquitecto de las formas onduladas y que consiguió doblar los edificios, a los 96 años en su domicilio de Los Ángeles, ciudad que acogió a su familia de origen polaco tras su paso por Canadá.
Y aunque ese era su origen, Bilbao era su casa. Cuando cumplió 85 años, Frank Gehry, quiso celebrarlo en su casa, en Bilbao, en su Museo, acompañado de su familia , y de sus amigos vascos. También acudió un amigo especial: Daniel Barenboim, pianista y director de orquesta que le regaló su interpretación de la Sonata en Re Mayor de Schubert y su Nocturno de Chopin.
Sus comienzos fueron más una intuición que una vocación y sus dibujos, ondas y formas enrevesadas respondían más a la, reconocida por el mismo, falta de destreza que a una intencionalidad premeditada
Su habilidad para crear formas geométricas onduladas, edificios realizados con materiales baratos de ferretería y con nuevos materiales, le permitieron construir edificios complejos que posicionaron a su creación cerca de la escultura, manejando el espacio y creando lugares alejados de la tradición arquitectonica moderna.

El museo proyectado en Bilbao, invitado por la Fundación Guggenheim y de la mano de Thomas Khrens , quien comenzaba con esa operación la constelación de músicos en el mundo que estuvieron diseñando y ejecutando durante años, es un edificio asentado en la antigua Campa de los Ingleses, que se convirtió en símbolo de la transformación de Bilbao y de la puesta de largo de Frank Ghery en el escenario internacional.
El ayuntamiento de Bilbao lo inmortalizó su huella en la ciudad, no solo con el museo sino poniendo su nombre al nuevo puente construido para acceder a la isla de Zorrotzaurre.
Su nombre siempre irá unido a esta ciudad que le apasionó, le acogió y que entendió su barroquismo a pesar de la austeridad característica de los vascos.
