Opinión Cristina Romero

Ciao Giorgio. Grazie Mille

Su madre le dio la vida y la inspiración para crear su impronta, pero durante 50 años él hizo el resto. Ha fallecido el hombre que trajo Armani al mundo medio siglo después de dar aquella primera puntada.

Había esperanza en esos 91 años que defendía Giorgio Armani, el hombre que trajo Armani al mundo y el diseñador que nunca faltaba a la cita de sus desfiles para saludar al final de los mismos. 50 años predicando con el mismo ejemplo. Hasta hace dos pasarelas. Cuando la marca tuvo que disculparle por convalecencia de una no especificada enfermedad. Había esperanza por una pronta mejoría, pero 91 años han resultado ser muchos años y la compañía ha comunicado hoy su fallecimiento, «en paz y rodeado de los suyos», que no es una mala forma de despedirse del mundo.

Sin embargo, y a pesar de esas nueve décadas, la noticia me ha encontrado tecleando otras cosas. No contaba con despedirme hoy de alguien que ha ofrecido tanto a la industria de la moda, simplemente, con su genio. De alguien que se adentró en el oficio gracias a su madre. No sólo la vida se le debe a una madre. Fue ella quien le dio la idea que dominó todo su portfolio creativo: menos es más. El único tipo de elegancia válida. Solía decir que quien quisiera crear belleza tenía que crear lo necesario y nada más. Y él, como hacen los buenos hijos, tomó el consejo. Se lo trasladó a todas las mujeres a las que vistió, que fueron unas cuantas, y lo aplicó a todas las líneas de negocio más allá de la homónima Giorgio Armani. El resultado fue un imperio total de facturación insultante que, hoy, afirmamos, sobrevivirá a su fundador.

Su madre puso la primera piedra de ese futuro prometedor, pero fue mérito de él haberse mantenido en el pódio desde 1975, año en el que fundó su casa. Fue el primero en colarse en una alfombra roja como marca elegida para vestir al merecedor del flashazo, fue el primero en colarse en el vestuario de una película (American Gigolo, 1980), fue el primero en darle a la mujer las mismas oportunidades de armario que las que disfrutaba el hombre. Fue el primero en muchas cosas. Pero, por suerte para quienes encontramos inspiración en su visión de la moda y proyectamos respeto sobre su trabajo, ha sido de los últimos en marcharse.

Pero hoy toca despedirse de él. De ahí este «Cio Giorgio. Grazie Mille» que da nombre a esta despedida y que he tomado prestado de la despedida que Andrés Rodríguez, presidente de SpainMedia y editor y director de Forbes y Forbes Women, le ha dedicado en Instagram. Y es así. A veces, lo mejor que uno puede hacer por alguien que ha dado tanto al mundo es pronunciar un sencillo y contundente «muchas gracias». Menos es más, que diría su madre. Gracias por traer Armani al mundo. Gracias por cada colección y desfile. Gracias por esos trajes de American Gigolo que sellaron el contrato eterno entre la gran pantalla y la industria de la moda. Gracias por todas esas alfombras rojas desbordadas de tantos Armani Privé que las famosas vistieron desde la relación de respeto y confianza que se fraguó entre celebrity y marca (como con Cate Blanchett), y no como escaparate publicitario. Y gracias por los 50 años de alta costura. Gracias por cada traje femenino que no perdieron nunca ni una pizca de feminidad. Gracias por cada uno de esos saludos al final de un desfile. Gracias por romper la barrera de género entre hombres y mujeres. Esto último, un hito que su sobrina, Roberta Armani, nos resaltó en la entrevista que me concedió para Forbes Women en octubre de 2023: «Mi tío fue el primer diseñador que acabó con las diferencias de género en una alfombra roja». Y es que, aunque Giorgio fue el creador de Armani, un universo de estilo de vida que traspasa las fronteras de ser sólo una firma de moda, su sobrina ha sido la encargada de internacionalizar, diversificar y dotar de voces y estéticas femeninas esta referencia de estilo, elegancia y distinción. Su mano derecha. Una de las dos voces (ahora la única) autorizada para hablar de este universo creativo que es Armani. Se lo pregunté en aquel momento y no quiso responderme. Lo hago de nuevo ahora: ¿será ella la sucesora de Giorgio Armani al frente de la firma familiar? No espero una respuesta. Pero si entono otro ‘gracias’. Esta vez, por aquella charla.

91 gracias que no caducan con su marcha. De eso estoy segura, porque il signor Armani, como le llamaban sus empleados, ha fallecido en un año de aniversario: la marca celebra este 2025 medio siglo de historia. Y esto, para quienes no creemos en las casualidades, es una bonita forma de acabar el mejor diseño del signor Armani. Su vida. Nunca dio puntada sin hilo.