Hubo un tiempo en que sólo había dos canales de televisión y el fútbol en directo se retransmitía de muy vez en cuando. Todo un acontecimiento que se veía como una fiesta en familia, todos juntos desparramados por el salón de la casa.
Especialmente importantes eran los partidos de la selección española, que por entonces no ganaba tanto como ahora y que era más recordada por su mala fortuna en los momentos decisivos que por sus triunfos.
Hasta que España ganó el Mundial en 2010 y un montón de Eurocopas más tarde (la última el año pasado), durante mucho tiempo, la mayor gesta de nuestro equipo nacional fue meterle 12 goles a Malta en un partido inolvidable que se disputó el 21 de diciembre de 1983 en el Benito Villamarín de Sevilla.
Después de una segunda parte trepidante, en el minuto 83 de partido, Juan Señor marcaba el tanto que aseguraba el pase de nuestra selección a la Eurocopa de Francia (por entonces, solo clasificarse ya era un logro) y un grito de júbilo conmovía a todo el país. “¡Gooool de Señor!”.
Aquella narración, como todas, llevaba el sello inconfundible de José Ángel de la Casa, la voz del fútbol por televisión en España durante décadas. Quiso la casualidad, además, que con la emoción del momento se le rompiera la voz justo en aquel trance y que –cosa rara en él– el rugido del gol se quebrara en un pequeño gallo, un fallo técnico que lejos de estropear la narración la encumbrara a un instante mágico, épico e imperecedero de la historia de la televisión.
José Ángel de la Casa, fallecido este 5 de mayo tras una larga enfermedad, era un narrador pulcro y tranquilo, con un estilo aséptico que hoy en día extrañaría a las nuevas generaciones, acostumbradas a usos y modos mucho más acelerados y nerviosos. Una voz que golpea hoy en la puerta de la memoria de todos los que hemos cumplido ya cierta edad, retrotrayendo nuestros oídos a una época y un sonido que ya ha desaparecido.
Puede parecer una frivolidad reducir toda una carrera periodística a un simple gol (con gallo), pero la verdad es que es justo todo lo contrario. Seguro que la inmensa mayoría de las personas que vivimos aquel momento, al saber hoy del adiós de José Ángel de la Casa, hemos recordado inmediatamente aquel grito. “¡Gooool de Señor!”. Historia de la televisión e historia de nuestras vidas.